Las relaciones UE-LAC se avivan con los acuerdos
5 de mayo de 2010La nueva estrategia para la relaciones de la Unión Europea con América Latina y el Caribe ha sido aprobada en el Parlamento Europeo por una amplia mayoría. Esta estrategia –que presumiblemente será el hilo que sigan las relaciones entre la UE y los países de América Central, del Sur y del Caribe- fue presentada ante la eurocámara el pasado 20 de abril por el eurodiputado José Ignacio Salafranca –del mayoritario bloque del Partido Popular Europeo. Se basa en un informe de la Comisión Europea que presentara ya en verano de 2009 la saliente comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner. De “un partenariado entre actores globales”, hablaba Ferrero-Waldner..
En busca del broche de oro
La aprobación de esta (no tan) nueva estrategia ha ocupado un puesto importante en la agenda del semestre de presidencia española de la UE. Hacia allí y su broche de oro, que será la Cumbre entre UE-ALC en mayo de 2010 en Madrid, fueron encaminados muchos de los esfuerzos políticos y diplómaticos de los últimos meses.
Cerrar el acuerdo entre el bloque europeo y América Central, por ejemplo, es uno de los logros tanto de la estrategia como de esta presidencia. Así los resaltó el ponente del informe y lo ratificaron varios eurodiputados, entre ellos Emilio Menéndez del Valle, del bloque Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas. La afinidad histórica entre los dos continentes, especialmente entre España y Portugal y el continente americano, fue resaltada por Menéndez del Valle.
Acuerdo con Centroamérica
La nueva estrategia, que pretende un mayor diálogo político enmarcado en los acuerdos de asociación, es vista con buenos ojos por la mayoría. Sin embargo, es sobre todo desde el bloque de Los Verdes que se remarca las incoherencias de estos acuerdos con los principios que defiende la unión.
Así por ejemplo, el acuerdo con el bloque centroamericano incluye a Honduras, cuyo presidente, Porfirio Lobo, accedió a la presidencia después de unas elecciones no reconocidas por la totalidad de la comunidad internacional y rechazadas por varios países latinoamericanos.
Acuerdo con Colombia
También el tema de los derechos humanos en Colombia y los millones de desplazados al interior del país, es visto críticamente. La “cláusula de derechos humanos” –que prevé un levantamiento del acuerdo si el país en cuestión no respetase los derechos fundamentales- está formulada demasiado vagamente, según Los Verdes, quien ven en la política de Bogotá fallas al respecto.
El problema de los desplazados al interior del país, así dijo a DW-WORLD Arnold Vaatz, parlamentario del Bundestag alemán, “no es atribuíble al Gobierno colombiano sino al conflicto con el movimiento guerrillero de las FARC, en cuyo combate Colombia merece todo el apoyo”. Vaatz no ve necesidad, por tanto, de estipular más estrictamente la cláusula de derechos humanos.
Por su parte, Diakonie -organización cristiana de cooperación que trabaja en zonas conflictivas en el campo de la ayuda humanitaria-ve peligrar su labor debido a la política gubernamental, principalmente por la poco clara división entre la estrategia militar y la ayuda humanitaria. Y, aprovechando que las miradas europeas se dirigen en este momento hacia el país debido al acuerdo y a las elecciones por venir, recuerda que el conflicto en Colombia sigue existiendo y resaltan que el Gobierno es un actor en él.
¿No aporta a la integración regional?
Que la UE firme acuerdos con Perú y Colombia y no con la Comunidad Andina–dejando sin integrar a Bolivia y Ecuador- es visto por Ulrike Lunacek de los ecologistas como una incoherencia, pues la UE no estaría siendo fiel a su principio de aportar a la integración regional. Que esto prioriza los intereses comerciales, subraya Lunacek.
Por otra parte, los ecologistas se suman al aplauso general por la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en cuanto a los feminicidios en México y al compromiso –mencionado en la estrategia- de aportar a la lucha contra la violencia de género.
Por el contrario, que no se priorice en el documento la protección medioambiental –bosques o reservas naturales y los derechos de las minorías- es una falla grave de la estrategia para los que votaron en contra de este lineamiento.
¿Y Mercosur?
Con la esperanza puesta en que el siguiente paso sea cerrar un acuerdo con Mercosur - pues esto representaría “el acuerdo birregional más ambicioso del mundo”- el fin último de la estrategia es encaminarse a una “zona-eurolatinoamericana de asociación global interregional”; todo esto con el -por ciertas partes criticado- espíritu de que el diálogo a varios niveles, sobre todo el comercial, entre los bloques fomenta el crecimiento y, con él, el bienestar en las regiones.
Autora: Mirra Banchón
Editor: Enrique López