Exponor Chile 2015: innovación en feria minera
13 de mayo de 2015La ciudad chilena de Antofagasta, 1.100 kilómetros al norte de Santiago, es también conocida como la capital minera del país sudamericano. Por estos días es además la capital minera mundial. La feria Exponor, exhibición bienal de la industria internacional, reúne a 1250 empresas de 30 países entre el 11 y el 15 de mayo.
Proveedores de bienes y prestadores de servicios del sector ofrecen sus novedades y esperan concretar negocios por 17 millones de dólares. La feria es organizada por la Asociación de Industriales de Antofagasta, región donde se produce el 54% del cobre a nivel nacional y el 16% de ese metal en el mundo, entre otros minerales. Este año se espera la llegada de 40 mil visitantes, entre directivos, ejecutivos y operadores de empresas mineras y proveedoras, además de investigadores, docentes, estudiantes y público en general.
“Es nuestra primera vez en Exponor. El uso de energía fotovoltaica en la minería está creciendo y especialmente aquellos sistemas fotovoltaicos aislados, que requieren almacenar energía en baterías de alta calidad y vida útil, representan para nosotros una opción estratégica”, indica Ruth Pérez, gerente comercial para Latinoamérica de BAE, empresa alemana con sede en Berlín, que fabrica baterías industriales.
Apuesta tecnológica alemana
Entre los 30 países expositores, 16 cuentan con pabellón propio. Alemania es uno de ellos, con un récord de 40 empresas. “Aumentó notablemente el interés de las empresas alemanas y nuestros socios en esta importante feria del rubro minero”, indica Annika Glatz, de la Cámara Chileno-Alemana de Comercio, CAMCHAL. También se registra una mayor presencia de expositores que traen soluciones medioambientales y tecnología de punta en eficiencia energética y energías renovables.
El sector minero es una cartera clave en las relaciones bilaterales. De las 640 empresas afiliadas a CAMCHAL, al menos 180 están vinculadas a esta área. Las logros comerciales son también resultado del impuso bilateral de los gobiernos en esta área estratégica. “La industria minera chilena enfrenta actualmente desafíos importantes, que afectan a toda la cadena de valor de su proceso industrial, dice Annika Glatz. Estos retos son simultáneamente grandes oportunidades para un trabajo en conjunto con empresas tecnológicas alemanas en la búsqueda de nuevas soluciones. Los expositores alemanes aprovechan la oportunidad para mirar la minería chilena desde cerca y conocer en detalle sus necesidades”.
Minería y eficiencia energética
Además de la exhibición, la feria contempla ruedas de negocios, seminarios, charlas técnicas, visitas a faenas mineras, talleres de ejecutivos y redes de trabajo. En conjunto con organizaciones locales, la Agencia de Cooperación Internacional de Alemania, GIZ, organiza un ciclo de charlas sobre la importancia de la energía para el desarrollo del norte de Chile.
Rainer Schröer, director del Programa de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la GIZ en Chile, explica que las empresas mineras son los mayores consumidores eléctricos del país, con casi el 30% de la energía. A su vez, en el norte de Chile, donde se concentra la mayoría de las faenas mineras, la matriz energética es muy sucia, dominada principalmente por carbón y gas, con la consiguiente alta emisión de CO2.
A través de instrumentos legales, el gobierno chileno busca impulsar la conversión a energías limpias en la minería, aumentar la capacidad energética del país y disminuir la emisión de CO2. Al mismo tiempo, “las mismas empresas están interesadas en economizar y lograr una mayor competitividad. Las energías renovables no convencionales ofrecen soluciones viables. Los precios de la fotovoltaica han bajado y pueden competir con las convencionales, ofreciendo soluciones más eficientes”, explica el experto.
La GIZ promueve proyectos de cooperación con fondos del Ministerio del Medio Ambiente alemán, apoyando la meta del gobierno chileno de reducir en 20% las emisiones de CO2 hasta el año 2020. “Chile puede ser un ejemplo para otros países emergentes, en el sentido de que estas metas ambientales pueden ser posibles”, concluye Schröer.