Familias separadas en la frontera: historias de reencuentros
La "tolerancia cero" de Trump llevó a la separación de 2.342 niños de sus padres en la frontera entre México y EE.UU. entre el 5 de mayo y el 9 de junio de 2018. Gracias a una orden judicial, ahora vuelven a verse.
La felicidad del reencuentro
Natalia Oliveira da Silva y su hija Sara, de cinco años, se abrazan al reencontrarse en una institución católica de beneficencia en San Antonio, Texas. La niña estuvo separada de su madre desde mayo de 2018 y fue enviada a un hogar para menores migrantes en Chicago, mientras Natalia Oliveira pasó por diferentes centros para migrantes en Texas.
Niña de pecho
El hondureño Carlos Fuentes Maldonado acuna a su hija Mía, de un año, en brazos, después de su reencuentro. Mía y su hermana,de 4 años, fueron trasladadas a un albergue de refugiados en Arizona hace dos meses, tras tratar de cruzar la frontera. La mamá de Mía, Jennifer Madariaga, relata que la pequeña todavía era amamantada cuando se la arrebataron.
Ternura en los brazos
Ever Reyes Mejías sonríe a su hijo de tres años en los brazos el pasado 10 de julio de 2018 en un centro del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) situado en Grand Rapids, Michigan.
Dos meses de separación
Un hombre, identificado tan solo con el nombre de León, abraza a su hija Anaveli, de 11 años, después de ser reunidos el pasado 25 de julio. León y Anaveli son de Guatemala y fueron separados al tratar de cruzar la frontera estadounidense hace dos meses.
Gratificante sueño
Su nombre es Renán y parece velar el sueño de su hijo Nathan, de 11 años, tras su reencuentro. La imagen fue tomada en la Casa Anunciación de El Paso, Texas, donde tiene su sede una de las cuatro organizaciones no gubernamentales de todo el país que han recibido a las familias reunificadas en cumplimiento de la orden judicial de reunir a todos los niños separados de sus papás.
Mamá se reúne con tres hijos
Yeni Maricela González (centro de la imagen) funde las manos de sus pequeños: Deyuin (de 6 años), Jamelin (de 9) y Lester (de 11). Yeni, de Guatemla, no los ve desde hace ocho semanas, cuando una oficina migratoria se los arrebató en el estado de Arizona.
Un abrazo que se hizo esperar
Isabela, de El Salvador, abraza a su hija Dayana, de 17 años, junto a la Casa Esperanza, un refugio federal, tras ser separadas en la frontera con México.