Brillo, calidad, tradición y modernidad en el Festival Beethoven
5 de octubre de 2009Llegó el fin de otro ciclo del Festival Beethoven de Bonn. Grandes de la escena musical han pasado por esta ciudad, dejando una estela de interpretaciones inolvidables. Lo clásico y lo actual se unieron para dar forma a otro hito musical que transformó las calles tranquilas de Bonn, dándoles un toque cosmopolita gracias al ajetreo de músicos, organizadores, público y artistas.
Ciclo sinfónico: “un sueño hecho realidad”
Durante el Festival Beethoven, el público tuvo la posibilidad de apreciar las sinfonías de Beethoven dirigidas por la batuta de Paavo Järvi, el gran director estonio. Con su interpretación de la Octava Sinfonía del genial músico de Bonn, la Filarmónica de Bremen demostró que la Octava, a pesar de ser una obra directa y sin demasiados preámbulos, no tiene nada que envidiarle a las demás sinfonías de Beethoven.
Pero no sólo la Octava atrajo la atención de la Filarmónica de Bremen este año, sino todas las sinfonías de Beethoven, presentadas en un ciclo de cuatro días que, según Ilona Schmiel, la directora artística del Festival Beethoven, fue la atracción estelar del mismo.
"Poder ver y escuchar aquí a la Orquesta Filarmónica de Cámara de Bremen y a Paavo Järvi a tan alto nivel luego de cinco o seis largos años de entrenamiento es un sueño hecho realidad. Personalmente, nunca escuché las sinfonías de Beethoven en una interpretación tan absolutamente apasionada, transparente, sin compromisos y plena de energía”, comenta Ilona Schmiel.
Pero también hubo otros momentos espectaculares durante el festival, como, por ejemplo, con Gustavo Dudamel, la Sinfónica de Gotemburgo, la Orquesta de Birmingham dirigida por Andris Nelson, Maurizio Pollini, Alexander Melnikov, Sol Gabetta y muchos más.
Festival multimedia y abierto a la vanguardia
Al tradicional programa del Festival Beethoven pertenecen ya desde hace un tiempo, además de un programa musical interesante y multifacético, también las miradas fílmicas a la vida y la obra de Beethoven.
Totalmente nuevo fue este año el proyecto “Joven Festival Beethoven”, en el que 16 jóvenes en edad escolar participaron durante 10 meses de los preparativos del evento junto a los organizadores, llevando a cabo ellos mismos la puesta en marcha de dos conciertos con su apoyo. Esos dos conciertos tuvieron como tema central el encuentro de dos corrientes musicales: Classic meets HipHop, con la actuación del cuarteto de cuerdas Minguet Streichquartett y el grupo Einshoch6.
Labor dirigida a los jóvenes
Aunque el sonido requiere cierto trabajo para oídos acostumbrados a la música clásica, los conciertos no sólo gustaron a los más jóvenes. Y quienes participaron del proyecto se enriquecieron con el punto de vista musical de la contraparte. Para Ilona Schmiel, la labor dirigida a los jóvenes seguirá siendo central en el futuro, y de ningún modo se desarrollará de modo unidimensional:
“Tenemos que encontrar muchos caminos diferentes para entusiasmar a los jóvenes y, si volvemos a realizar un proyecto como este, puede ser que ellos mismos organicen un concierto de la Filarmónica, lo que será tan excitante como Classic meets Hiphop, explica Ilona Schmiel. Y continúa: “Se tratará de otro tipo de música, y no se tocará en los pasillos del metro, pero la labor tendrá el mismo efecto en los jóvenes cuando noten cuánto amor al detalle se precisa, cuántos problemas y desafíos se presentan en cada concierto. Ese es el enfoque que queremos darle al tema”, concluye la directora del Festival Beethoven.
Junto a un nuevo proyecto juvenil, el año que viene también será posible participar de conversaciones con estrellas como Kent Nagano, Andras Schiff, Sir Neville Marriner o Martin Grubinger.
Nueva sala de conciertos: entre tradición y modernidad
El objetivo de contar con una sala de conciertos principal no se podrá concretar a tan corto plazo. Existen opiniones divergentes entre los que abogan por una nueva sala principal y los que desean mantener la Sala Beethoven, considerada monumento nacional. Ilona Schmiel comprende tales objeciones, pero para ella el futuro vital del festival es de decisiva importancia:
“El modo de pensar de quien protege monumentos tiene que ver con lo museal, y, como festival, no somos un museo. Este es el punto en el que no nos pondremos de acuerdo. Vivimos para la experiencia en vivo, para el futuro, tenemos gran respeto por la tradición y la incluimos en el festival, pero necesitamos las mejores condiciones para ofrecerla en vivo sobre el escenario”, enfatiza Ilona Schmiel. Este es el desafío que le espera una vez más el año próximo, junto al nuevo programa, al Festival Beethoven 2010.
Autor: Klaus Gehrke/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López Magallón