Apogeo del cine gay en América Latina
19 de octubre de 2010El espectacular salvamento de los 33 mineros chilenos atrapados en el desierto de Atacama tiene todos los ingredientes que la industria del cine busca a la hora de producir una película taquillera inspirada en un hecho real: drama, suspense y un final feliz, una pizca de política y hasta episodios románticos con visos tragicómicos. En los días previos al rescate de Yonni Barrios, el vigésimo primer obrero en salir de la mina de San José, no hubo quien no hiciera jocosa referencia a la pelea que su esposa y su amante protagonizaban en la superficie.
Y es que, aunque la vida amorosa de Barrios no fue la única en salir a la luz mientras los trabajadores estaban bajo tierra, la suya capturó la atención de los medios por ser la de un personaje prominente y no la de un “actor de reparto”: él ha quedado retratado como el minero que veló por la salud de sus compañeros. Pero, ¿y si en lugar de haberlo estado esperando dos mujeres lo hubieran estado aguardando sus dos novios? ¿Tendría este donjuanesco salvavidas la misma posibilidad de convertirse en un héroe cinematográfico si fuera gay?
“Es muy probable que sí”, opina Joachim Post, uno de los organizadores del Festival de Cine Lésbico y Gay de Hamburgo, que se inaugura este martes (19.10.2010) en la ciudad alemana y exhibirá novedades del séptimo arte hecho al otro lado del Atlántico. “El creciente número de películas con temática queer o GLBTI [siglas que aluden a las personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales] rodadas en América Latina sugiere que en la región está teniendo lugar un cambio de actitudes de cara a la identidad de género y a la homosexualidad”, agrega Post.
Nadie es profeta en su tierra… ¿o sí?
A riesgo de perpetuar el estereotipo de una Latinoamérica homogéneamente machista, cabe preguntar si el auge del “cine queer” al sur del Río Bravo no se debe más bien a las posibilidades que la globalización le ofrece a algunos directores latinoamericanos de mostrar sus obras en latitudes donde la diversidad sexual ha dejado de ser el tabú que sigue siendo en sus respectivos países. “Las circunstancias varían de un caso a otro, pero los filmes que mostramos este año han sido exhibidos con relativo éxito en sus países de origen”, sostiene Post.
El co-organizador del festival hamburgués pone como ejemplo las películas El cuarto de Leo, del uruguayo Enrique Buchichio, y Contracorriente, de Javier Fuentes-León, que recibió una calurosa acogida tanto en el Festival de Sundance 2010 –donde ganó el premio del público– como en Perú, donde fue rodada. “Por otro lado”, acota Post, “el reconocimiento internacional de algunos directores es lo único que les permite obtener financiamiento para sus proyectos cinematográficos porque, en sus países, sus filmes no han sido éxitos de taquilla”.
Más español, más portugués
Creado en 1989, el de Hamburgo es el festival de cine queer más antiguo de los ocho que tienen lugar anualmente en Alemania y está entre los cuatro más importantes de Europa junto al evento GLBTI de Londres –el más grande del Viejo Continente–, al de Turín y al de Copenhague. “Desde 2005, nuestro festival ha venido rompiendo su propio récord de asistencia: cinco años atrás contamos con 12.600 espectadores y en 2009, con 15.200”, comenta su encargado de prensa, Christoph Reiffert.
Hace un lustro, el Festival de Cine Lésbico y Gay de Hamburgo tuvo a América Latina como punto focal de su programación, pero ni siquiera entonces exhibió tantas películas en español y portugués como lo hará este año. Aparte de Contracorriente y El cuarto de Leo, se proyectarán largometrajes de Chile (31 minutos, la película, de Pedro Peirano y Álvaro Díaz), España (Nacidas para sufrir, de Miguel Albaladejo) y una co-producción de Argentina, España y Francia, titulada El último verano de La Boyita y dirigida por Julia Solomonoff.
Punto focal: Brasil
Su nutrida oferta de cortometrajes refleja la diversidad de las perspectivas con que una nueva generación de cineastas está abordando el tema de la identidad sexual y sus múltiples facetas –erótico-afectivas, existenciales, sociopolíticas– en América Latina y la península ibérica. A los cortos españoles La espinita, de Tania Arriaga Azkarate, y Pasajero, de Miguel Gabaldón, se suman el argentino Amor crudo, de Martin Deus y Juan Chappa, y el venezolano Derrida se ha metido en nuestra cama, de Rodolfo Graziano.
El Festival de Cine Lésbico y Gay de Hamburgo 2010 tendrá lugar hasta el domingo 24 de octubre y dedicará buena parte de su programación a películas rodadas en el “gigante de Sudamérica”. Dos filmes brasileños (Paulista, de Roberto Moreira, y Elvis & Madona, de Marcelo Laffitte), las co-producciones de Brasil con Estados Unidos (Dzi Croquettes, de Raphael Alvarez y Tatiana Issa) y Francia (Os famosos e os duendes da morte, de Esmir Filho), y un puñado de cortometrajes prometen acaparar la atención de los espectadores.
Los platos fuertes
Especialmente atractiva es la sección Made in Brasil, que incluye los cortos Um par a outro, de Cecilia Engels; Na madrugada, de Duda Gorter; Depois da curva, de Helton Paulino; Professor Godoy, de Gui Ashcar; Suspeito, de Eduardo Mattos; y Despois do almoço, del director Rodrigo Diaz Diaz. “A los organizadores del festival nos resulta difícil ponernos de acuerdo para decir cuál es el plato fuerte este año. Personalmente, creo que Contracorriente y Elvis & Madona son los filmes más destacados”, admite Post.
“Narrada en clave de telenovela, Elvis & Madona gira en torno al amor que una mujer lesbiana despierta en una mujer transexual y Contracorriente ha sido descrita más de una vez como la Brokeback mountain del Perú, pero yo pienso que con eso se alude a su capacidad para atraer a una audiencia no exclusivamente homosexual, gracias al poder de su narrativa y a la universalidad de su historia: lo más relevante no es que sus protagonistas sean un hombre bisexual y uno gay, sino que la historia está muy bien contada”, añade Post.
Visitantes de ultramar
El festival hamburgués contará con la presencia de los directores brasileños Marcelo Laffitte (Elvis & Madona) y Raphael Alvarez (Dzi Croquettes), y con la de Suzy Capo, quien participó en el rodaje de la película Paulista y dirige el MixBrasil, uno de los festivales de cine y video sobre diversidad sexual con mayor peso en el mundo.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editora: Luna Bolívar Manaut