Freno a los especuladores: ¿hasta cuándo?
13 de mayo de 2010El paquete de estabilización del euro, de 750 mil millones de euros, acordado el 10 de mayo, surtió efecto pasajero. Según expertos, la clara señal política de los ministros de Finanzas de la Unión Europea para proteger la moneda comunitaria ayudó a enfrentar la especulación contra el euro, pero explican que los especuladores, especialmente los que trabajan con los tan criticados hedge funds o fondos de alto riesgo, se han beneficiado de los errores estructurales del sistema.
Apuestan a caída del euro
Algunos de estos malabaristas de la economía no tienen empacho en admitirlo. Con su sonrisa de niño travieso, John Taylor no parece justamente la personificación del demonio, que es como muchos ven a los especuladores de la bolsa. Taylor es director y fundador de un fondo de alto riesgo, trabaja con instrumentos altamente especulativos que prometen grandes ganancias.
Algunos de esos hedge-funds, también llamados fondos de cobertura, se aprovecharon de la crisis griega y trataron, apostando a la caída del euro y a través de complejas transacciones, hundir aún más el curso de la moneda de la eurozona para sacar jugosos dividendos. “El euro es, en muchos sentidos, un error de construcción y no puede seguir existiendo. El pronóstico de un euro débil se hace obvio”, analizó John Taylor hace poco en la cadena financiera Bloomberg TV.
De acuerdo con el mismo Taylor, él posicionó su fondo de divisas de alto riesgo “FX Concepts”, un peso pesado en el ramo, colocándolo en contra del euro. Que lo diga tan abiertamente es algo desacostumbrado. En realidad, no coincide con la estrategia de negocios de los fondos de cobertura anunciar a la opinión pública lo que se tiene entre manos.
El euro: ¿a prueba de todo?
El sector financiero, muy poco transparente, tiene su sede en Londres o en Nueva York, y, a veces, hasta en las Islas Caimán o en Suiza. Una leyenda entre los ejecutivos es George Soros, cuyo fondo de alto riesgo especuló con éxito contra la libra esterlina en 1992. También John Taylor hizo sonar la caja esa vez, con más de un 40 por ciento de réditos.
Ahora parece haber concertado, junto con otros grandes del sector, forzar una caída del euro. Y con expresiones como ésta seguramente intentan conjurarla: “El euro es una gallina degollada”, por ejemplo. Esto para decir que la moneda europea no tiene perspectivas de vida a largo plazo. Si los fondos libres de inversión podrán poner en aprietos a una moneda tan fuerte como el euro, está por verse.
“Queda claro que las grandes sumas de los fondos de alto riesgo pueden producir variaciones sustanciales en el curso de la moneda justamente en una situación como ésta, en la que los inversores entran en pánico y desciende la liquidez. Pero no está claro si los fondos son los únicos culpables”, explica Michael Leister, del banco WestLB, de Renania del Norte-Westfalia.
Eso significa que también otras figuras de los mercados financieros especularon contra el euro, debido a que las dificultades de la unión monetaria son demasiado evidentes. En la bolsa de valores a término de Chicago, EE.UU., las acciones que apuestan a ganar gracias a la caída del euro son más solicitadas que nunca. Las animosidades contra la moneda europea crecen desde hace meses, y cada vez más inversores se suben a ese tren.
Paquete de estabilización: ¿freno a los especuladores?
Sin embargo, tanto los fondos de alto riesgo como los bancos o los inversores privados que apuestan todo al curso en baja del euro salieron perjudicados gracias al paquete de estabilidad lanzado por la Unión Europea el domingo pasado. “En general, quedaba claro que los políticos tenían que hacer algo. Especialmente si se tiene en cuenta el viernes 7 de mayo, que se sintió como septiembre de 2008, cuando colapsó Lehman Brothers. Fue sorprendente que el paraguas económico europeo se haya aprobado tan rápidamente”, señala Michael Leister.
Ahora John Taylor se mantiene a cubierto. Tal vez ya encontró una nueva víctima, o tal vez simplemente esté esperando.
Autor: Andi Noll/ Cristina Papaleo
Editora: Claudia Herrera Pahl