"Fridays for Future" cambia de estrategia en Alemania
1 de marzo de 2024El auge de Fridays for Future (FFF) en Alemania, un movimiento juvenil que movilizó a miles en protestas por el clima inspiradas por la activista sueca Greta Thunberg desde 2018, parece haberse desvanecido. En su momento de mayor actividad, FFF logró sacar a la calle a decenas de miles de jóvenes los viernes, quienes, en lugar de asistir a la escuela, clamaban por acciones más decididas contra el cambio climático. Este fenómeno se inscribía dentro de una ola global de activismo climático, encontrando en Alemania un terreno fértil, gracias en parte a la simpatía de figuras políticas como la excanciller Angela Merkel y la presencia mediática de activistas como Luisa Neubauer. Además, desde que Los Verdes forman parte de la coalición gubernamental, el movimiento parecía tener un aliado natural en el gobierno.
Sin embargo, el interés y la preocupación por el cambio climático han sido relegados en la agenda pública alemana, superados por temas como la amenaza de guerra, la inflación y la inmigración incontrolada, según encuestas recientes. A esto se suma la aparición de Última Generación, un grupo más radical que captó la atención con acciones directas como bloqueos de tráfico y ataques a obras de arte, aunque anunció su intención de abandonar estas tácticas de protesta.
"Nuestro objetivo en las campañas no es maximizar la atención, sino la eficacia", afirma Annika Rittmann, portavoz de FFF, en respuesta a la pregunta de DW sobre si su movimiento ha perdido influencia en comparación con Última Generación.
Sociólogo: "El potencial está ampliamente agotado"
"Fridays for Future ha perdido definitivamente visibilidad mediática en comparación con Última Generación". Sin embargo, "ambos grupos, aunque actúan de manera diferente, parecen haber agotado en gran medida su potencial", asegura Dieter Rucht, investigador de la Universidad Libre de Berlín, a DW.
El movimiento ha enfrentado desafíos internos, especialmente tras la implicación de Thunberg en el conflicto de Oriente Medio, lo que desencadenó acusaciones de antisemitismo y tensiones dentro de FFF. Estas controversias, sumadas a la disminución de la visibilidad mediática, han llevado a la disolución de algunos grupos locales y al escepticismo general sobre el futuro del movimiento en Alemania.
En respuesta a estos desafíos, FFF ha buscado adaptarse y evolucionar. En lugar de centrarse exclusivamente en las huelgas escolares, el movimiento ha empezado a colaborar con huelgas del sindicato ver.di en el transporte público y a participar en manifestaciones contra el extremismo de derecha.
"Los últimos años han demostrado que las políticas respetuosas con el clima solo pueden lograrse con una sociedad civil que se haga oír y una democracia fuerte", explicó la portavoz Annika Rittmann. "Hemos seguido adaptándonos en los últimos años y hemos empezado a hacer reivindicaciones concretas y a llegar a la gente a nivel local, además de las protestas a gran escala".
¿Coinciden bien Fridays for Future y ver.di?
La colaboración con ver.di, aunque vista positivamente, plantea interrogantes sobre la compatibilidad y los posibles conflictos de interés entre ambos grupos. Frank Werneke, presidente del Sindicato de Servicios Unidos ver.di, está encantado con el apoyo de FFF, pero cuestiona si hay suficientes puntos en común. Dieter Rucht cree que sí: "La cooperación con los sindicatos se limitará a unos pocos ámbitos, por ejemplo, la promoción del transporte público. No veo ahí ningún conflicto de intereses. Aparte de eso, sin embargo, ambas organizaciones actuarán en gran medida independientemente la una de la otra".
En cuanto a las protestas contra el extremismo de derechas, Dieter Rucht critica el papel de Fridays for Future, indicando que su participación es más teórica que práctica, con una presencia esporádica que impacta más en el discurso que en acciones concretas. Por otro lado, Annika Rittmann resalta la habilidad de FFF para establecer alianzas estratégicas en un entorno político altamente polarizado. A pesar de esto, Rucht se muestra escéptico sobre las perspectivas del movimiento, apuntando a una notable disminución en su capacidad de movilización.
"El poder de movilización del FFF ha disminuido mucho. Las posibilidades de éxito de un grupo único como el FFF son muy escasas. Si el movimiento por el clima puede tener alguna influencia, solo llegará a través de los esfuerzos combinados de sus muchos grupos diferentes y de los efectos negativos e indeseables que el cambio climático tendrá en la vida cotidiana de la gente", afirma Rucht.
(few/ers)