El dolor de quienes perdieron a seres queridos en circunstancias violentas inspira la obra de Erika Diettes. En su primer trabajo retrata a supervivientes del Holocausto que emigraron a Colombia: Silencios muestra "la cicatriz en los ojos”, explica la artista visual. "Ver el horror te hace consciente de la pérdida de la inocencia”; es el momento en que se pierde la fe en la humanidad, dice en Fuerza Latina. A lo largo de su trayectoria se ha dedicado a dignificar el dolor de quienes siguen vivos. Ha escuchado a familiares y allegados de las víctimas de la guerra contra el narco en su país, Colombia, y en México; así como a los dolientes de víctimas de la dictadura en Argentina y de la guerra civil en Ruanda. Su arte expresa lo que trasciende en toda guerra, independientemente de quien sufra su violencia y sus estragos porque "la pérdida en sí, el vacío, saber que nunca vas a volver a ser el mismo, es completamente universal, transversal a todas las religiones, a todas las naciones”.