Fuga sin preludio
3 de enero de 2007
Durante 55 años, el Instituto Bach de Gotinga conjuntó a los especialistas e investigadores alemanes más renombrados en lo que se refiere a la música de quien, para muchos, es el compositor más sublime de todos aquellos que han existido en la historia de la humanidad: Johann Sebastian Bach.
La institución no solamente se dedicó a rendirle culto al autor de la famosa Toccata y fuga en re menor; también se distinguió por haber auspiciado "ediciones históricas y críticas" de todas la obra compuesta por el célebre maestro.
Institución autónoma
Estas tareas eran tomadas con tanta seriedad, que a lo largo de medio siglo y un lustro el instituto hizo hincapié en su condición de organismo autónomo; es decir, libre de toda influencia externa sobre su labor intelectual. La investigación abarcó tanto las obras finalizadas por Bach, como aquellas que quedaron inconclusas.
También se verificó la autenticidad de algunas creaciones aparentemente realizadas por el compositor, pero cuya autoría no estaba plenamente comprobada.
Los 55 años de indagatorias históricas, académicas y estilísticas dieron como resultado 1000 ediciones especializadas, 1.500 informes especiales, 700 ediciones de partituras, y 200 impresiones tempranas del siglo XVIII. Todo este acervo pasó a formar parte, a partir del 1 de enero de 2007, de los archivos de otras instituciones.
Junto con éste, otro de los legados oficiales del instituto consiste en la correspondencia académica que durante más de medio siglo sostuvieron los diferentes investigadores, al estudiar los muchos aspectos relacionados con la música de Bach.
Cierre de puertas
Dicho de manera sencilla, el Instituto Bach de Gotinga decidió cerrar sus puertas no debido a la premura económica ni al fracaso sino a todo lo contrario. "La meta de nuestra institución consistía en producir un nuevo catálogo general con todos el material en la obra de Bach. Esto se ha logrado con la culminación del volumen número 100", señala el organismo al anunciar el fin de sus actividades.
Ante esta situación, no pudo llegarse a un consenso respecto de los objetivos que en el futuro debería de seguir el instituto. Queda como legado, por lo pronto, la consulta de algunas ediciones y facsímiles del catálogo bachiano en el sitio de internet de la institución. También hay una amplia oferta de portales que, de una u otra forma, se han nutrido del trabajo que realizó el Instituto Bach en sus 55 años de existencia.
Pese a ello, no deja de ser una lástima que la actividad haya cesado en la planta baja de la casona ubicada en el número 14 de la Dahlmanstrasse, en Gotinga. Ni los pasados 55 años, ni otros mil por delante, alcanzarían para descifrar la magia de un compositor que sigue fascinando a seres humanos de todas filiaciones.