Fútbol y cerveza: una combinación imbatible
29 de enero de 2007
El 2006 pasará a los anales de la historia de los cerveceros germanos como un año mundialista. Con 106,8 millones de hectolitros vendidos logran romper la racha de 12 años de estancamiento y retroceso que los venía presionando desde 1993.
No importa si en los estadios, en los bares con pantalla grande o en casa con amigos, la cerveza fue la acompañante predilecta de los hinchas alemanes y extranjeros durante el Mundial de Fútbol. Buena parte del incremento del 1,4 por ciento en las ventas anuales se registró entre junio y agosto de 2006.
Mezclas explosivas
Cualquier intento de análisis sale sobrando para explicar aquello que todo hincha amante del fútbol sabe: el fútbol sin cerveza es como ver un partido de… tenis. Los hombres de verdad aman el fútbol y no hay mejor forma de ambientarse para poder mostrar solidaridad masculina, gritos e insultos a la hora de los codazos y los fouls, que con una cerveza.
La estadística demuestra que hay combinaciones infalibles. Kai Schürtholt de la Asociación de Cerveceros alemanes no deja lugar a dudas: "El Mundial de Fútbol fue una bendición para la industria cervecera".
Un mundo por conquistar
Pero no sólo el Mundial le da nuevos bríos a esta tradicional industria germana. El otro motor tras el incremento registrado es el de las mezclas: cerveza con limonada, con coca cola, con jugos de frutas u otras bebidas no alcohólicas. Ese sector registró un crecimiento del 18 por ciento, un verdadero auge que los especialistas esperan siga impulsando a la industria en el 2007.
Otro foco de esperanza para el futuro es el mercado extranjero. Los esfuerzos de venta venían concentrándose en el mercado nacional, descuidando las exportaciones.
En el 2006, el 86 por ciento de las ventas se limitó a suelo germano, con un escaso crecimiento en comparación con el plus de 6,3 por ciento en ventas a otros países de la Unión Europea o el 8,5 por ciento al resto del mundo. La divisa en el 2007 es conquistar los mercados desde China, África hasta Latinoamérica, explica Kai Schürholt. No importa si con la cerveza tradicional o con combinados, Alemania va por ellos.