UE da la espalda a Gadafi
11 de marzo de 2011“El problema tiene un nombre: Gadafi. Tiene que irse”, dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, al finalizar una cumbre extraordinario de los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países miembros de la Unión Europea. Con las imágenes del tsunami japonés y las de los enfrentamientos en Libia como fondo, los líderes europeos lograron al parecer unificar las posturas de los pasos siguientes a dar en cuanto al líder libio Muamar al Gadafi. “Ya no es nuestro interlocutor”, informó el presidente del Consejo Europeo, Hermann Van Rompuy; lo es ahora la cúpula del movimiento opositor con sede en Bengasi.
Francia a la delantera
El paso dado pocas horas antes por Francia en el sentido de reconocer como interlocutor el Consejo Nacional de Transición fue seguido por los otros. ¿Cómo saber que éste es de fiar?, fue una de las preguntas que estaban en el aire. “Es gente que ha arriesgado su vida para oponerse al régimen, aunque hayan colaborado con el coronel Gadafi antes”, subrayó el presidente francés, Nicolás Sarkozy, preguntando a su vez: “¿cuál es la alternativa?”.
Considerar todas las opciones
Así, “la UE está dispuesta a hacer toda la presión política y diplomática posible para apoyar esta primavera árabe ”, esta oportunidad dorada de fomentar un movimiento que sale de la misma Libia pidiendo cambios y democracia”, dijo por su parte Van Rompuy. Medios adicionales para el desarrollo de instituciones democráticas están en camino; no obstante, la presión para el cambio debe venir como, ha sido en Túnez y en Egipto, de los propios libios, subrayó.
Ultima ratio
Por otro lado, en caso de que la población civil estuviese en peligro de ser masacrada otra vez, la UE considerará todas las opciones posibles para protegerla. Entre las opciones, ¿se incluye una intervención militar?
Sólo si se cumplen tres condiciones: un mandato de Naciones Unidas, el apoyo de la Liga Árabe y también de la Unión Africana y una nueva agresión a la población civil. El mensaje es claro: la UE no quiere seguir mirando pasivamente cómo se masacra a la población. No obstante, la intervención militar con ataques selectivos -favorecida principalmente por Francia y Gran Bretaña- no es vista con el mismo entusiasmo por todos: la canciller alemana, Angela Merkel, por ejemplo se declaró “escéptica” al respecto. Antes de comenzar una intervención militar, subrayó en rueda de prensa, hay que pensar en su final. La declaración de una zona “no fly” sigue a discusión, pero Europa no quiere actuar sin la OTAN.
El otro lado de la moneda
La convocatoria a esta cumbre extraordinaria –ocurrida sólo 3 veces anteriores en la historia de la UE- refleja la importancia del tema. Las revoluciones anteriores en Túnez y Egipto demostraron que el cambio más o menos pacífico es posible y -así las declaraciones de los líderes europeos- el Viejo Continente está del lado de los que comparten sus valores. Por eso devuelven al hielo al líder libio, que hasta hace poco era un socio preferente. A las sanciones económicas –como el congelamiento de las cuentas del clan Gadafi en Europa- y al embargo de armamento, se podrían sumar otras que siguen en consideración. La participación de Gadafi en multinacionales europeas las dificulta.
El otro lado de la moneda es que, compartiendo el Mediterráneo, la crisis humanitaria y la ola de refugiados hace presión sobre las costas de ciertos países europeos. Solidaridad es, así Van Rompuy, ahora el lema; los otros Estados miembros deberán cooperar con los del Mediterráneo para fortalecer sus medidas humanitarias. Y también deberán cooperar con la Agencia Frontex, que se encarga de vigilar las fronteras. 250.000 personas han abandonado ya Libia; medios adicionales de asistencia y ayuda humanitaria están a disposición. Sin embargo, “no podemos acogerlos a todos”, recalcó por su parte el presidente francés, que subraya la necesidad de crear “zonas humanitarias”, pero en el mismo norte del continente africano.
Autora: Mirra Banchón
Editor: Pablo Kummetz