Gaia-X: un ecosistema para los datos de Europa
3 de noviembre de 2021El cúmulo de datos que se acumula actualmente en las empresas es ya inmenso. Y, en el futuro, fluirán muchos más datos, a medida que surjan cada vez más aplicaciones en el ámbito de la llamada industria 4.0, y más procesos trabajen con inteligencia artificial o procesen datos en tiempo real. Basta con pensar en los datos que habrá que procesar de forma ininterrumpida, en cuanto los automóviles robóticos circulen algún día por nuestras carreteras.
Cuanto más importantes son los datos, más urgente es que las empresas decidan cómo gestionarlos. O sea: cómo almacenar, utilizar y, dado el caso, intercambiar con otros los datos que se acumulan. Para ello, las compañías suelen recurrir a servicios en la nube. Entretanto, se almacenan más datos en granjas de servidores que en dispositivos locales.
Gaia-X no es una nueva nube europea
Hasta ahora, este negocio ha estado dominado por gigantes tecnológicos estadounidenses como Google, Amazon o Microsoft. Para que las empresas europeas puedan almacenar sus datos en el continente, Alemania y Francia pusieron en marcha Gaia-X, en 2019.
No es una nueva nube europea. Por el contrario, los proveedores de la nube deben ofrecer sus plataformas de acuerdo con la norma común Gaia-X. Esto crea un sistema en red que conecta a muchos proveedores de nubes entre sí: una infraestructura de datos para Europa.
Importante: la normalización de los datos
Entre otras cosas, Gaia-X debe garantizar la normalización de los datos. Muchas empresas ya recogen sus datos, pero no los utilizan para desarrollar actividades comerciales. Esto también se debe a que los datos no suelen estar normalizados y, por tanto, no pueden intercambiarse fácilmente con otros.
El uso de los datos no sólo permite mejorar los procesos existentes, como la organización de las cadenas de suministro de forma más eficiente, sino también crear modelos de negocio e innovaciones completamente nuevos.
La Comisión Europea (CE) considera que la creación de valor a partir de los datos es la fuente clave del progreso económico y social en las próximas décadas. Los expertos prevén que la economía de los datos en la Unión Europea (UE) casi se triplicará de aquí a 2025 y podría alcanzar un valor de 829.000 millones de euros.
La seguridad de los datos: un problema
Una cuestión clave cuando se trata de datos es su seguridad. Actualmente, la mayoría de los usuarios de la nube confían sus datos a los principales proveedores estadounidenses. Tienen una cuota de mercado de casi el 70 por ciento en Europa.
Pero las autoridades de investigación y las agencias de inteligencia estadounidenses tienen la posibilidad de acceder a los datos de la nube. La llamada Ley de la Nube obliga a las empresas estadounidenses a entregar los datos incluso si las leyes locales del lugar donde se almacenan los datos lo prohíben, y aunque no exista un acuerdo internacional de asistencia legal mutua que regule estos casos.
Esto se aplica tanto a los datos personales de los ciudadanos de la UE como a los datos almacenados en los centros de datos europeos de las empresas estadounidenses.
La dependencia también es un problema. Gaia-X pretende evitar el llamado "efecto de bloqueo", afirma Rainer Sträter, del proveedor de la nube IONOS. "Con Gaia-X, las empresas deberían poder trasladar sus datos de un proveedor a otro con las menores trabas económicas posibles".
¿En la cama con el enemigo?
Mientras tanto, los grandes proveedores de nubes (o hiperescaladores) de Estados Unidos y China, como Google, Amazon o Alibaba, también son miembros de Gaia-X y participan así en el desarrollo de la infraestructura de datos europea.
Rainer Sträter lo considera positivo. Por un lado, la visión de Gaia-X es que un día las empresas seleccionen a sus proveedores de servicios en la nube a través de un catálogo global, según criterios como la sede de la empresa, la ubicación del centro de datos o la seguridad de los datos.
Por otro lado, debería facilitar a grandes empresas como Telekom o VW, que ya utilizan servicios de hiperescaladores, cambiar a otros usuarios, si estos hiperescaladores han adoptado las normas de Gaia-X y se han comprometido con la soberanía digital y la transparencia. Esto también podría beneficiar a los pequeños proveedores de nube europeos, que actualmente no pueden competir con los grandes en materia de poder financiero.
(pj/rml)