Ucrania no es tema electoral para los conservadores alemanes
13 de enero de 2025"Ucrania también nos defiende. Si Ucrania cae, existe la amenaza de un ataque a otro país de la UE", reza el programa electoral conjunto de los partidos conservadores alemanes Unión Demócrata Cristiana, CDU y su socia bávara, la Unión Social Cristiana, CSU. También menciona las garantías de seguridad para Ucrania, que Alemania podría proporcionar junto con EE. UU. y los socios europeos de la OTAN. La unión CDU/CSU mantienen así la perspectiva de que Alemania participe en garantizar un posible alto el fuego en Ucrania.
Nadie en la unión CDU/CSU niega que esto pueda significar el despliegue de soldados alemanes en Ucrania. Sin embargo, los políticos del conservadurismo alemán no quieren hablar de ello. Al fin y al cabo, cuanto más específica sea la cuestión de la seguridad y la ayuda a Ucrania, menos probabilidades tendrán los conservadores de ganar votos.
La unión conservadora, dividida sobre crucero Taurus
El mayor escepticismo sobre nuevas entregas de armas a Ucrania procede del este de Alemania y de Baviera. Hasta ahora, el Gobierno federal del canciller Olaf Scholz (del Partido Socialdemócrata Alemán, SPD) se ha negado a suministrar los misiles de crucero alemanes Taurus, alegando que Alemania podría convertirse en beligerante si Ucrania los utilizara para alcanzar objetivos en Moscú. Estados Unidos, Reino Unido y Francia ya han suministrado armas similares.
El argumento de que Alemania no debe dejarse arrastrar a la guerra también fue esgrimido por el jefe de gobierno bávaro y jefe de la CSU, Markus Söder, en la presentación de su campaña electoral, citando una frase del programa electoral de los socialdemócratas. Söder eludió la pregunta de DW sobre las entregas de Taurus a Ucrania: esa decisión correspondería al próximo canciller federal, dijo.
Conservadores alemanes quieren gastar más dinero en defensa
El rumbo que tome el nuevo gobierno de Berlín depende principalmente de dos factores. El primero es el impulso que se produzca después del 20 de enero, cuando Donald Trump jure por segunda vez como presidente de Estados Unidos. Es probable que Trump someta a Alemania a una gran presión económica, pero también en términos de política de seguridad.
Si se trata del dinero para la defensa, la posición de los conservadores es clara. Rechazan las exigencias de Trump de un cinco por ciento del PIB para defensa y señalan que ni siquiera Estados Unidos gasta tanto. El dos por ciento que los países de la OTAN han acordado como objetivo también figura en el programa de campaña electoral como importe mínimo para Alemania. La CSU incluso está a favor del tres por ciento, probablemente también como señal para la industria armamentista alemana.
La coalición en el futuro
El segundo factor del que depende la política de seguridad alemana es la cuestión de la futura coalición. "Si el CDU/CSU gobernara con el SPD, la seguridad avanzaría con el freno de mano puesto", predice Gustav Gressel, experto en seguridad del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. No espera que pragmáticos como el ministro de Defensa, Boris Pistorius, se impongan en el SPD en el futuro.
Una coalición conservadora-verde podría llevar a Alemania a una posición de liderazgo en materia de política de seguridad con mayor rapidez. Los Verdes han dado un giro de 180 grados en el curso de su política de seguridad desde el ataque ruso a Ucrania. El partido, que cuenta con muchos pacifistas en sus filas, solía rechazar categóricamente las entregas de armas a las regiones en crisis. Hoy, se encuentran entre los mayores partidarios de la ayuda militar a Ucrania, incluida la entrega de modernos sistemas de armamento.
Hay pocas dudas entre los expertos y dentro de la CDU/CSU de que Alemania seguiría entregando el Taurus a Ucrania con Friedrich Merz como canciller. Pero incluso más allá del debate sobre la entrega de armas, Merz formula una afirmación diferente a la de Scholz: "Si Alemania no asume el papel de líder en Europa, entonces somos débiles".
(gg/cp)