Georg Friedrich Händel: empresario e independiente
13 de abril de 2009Mucho antes de cumplirse el 250 aniversario de su muerte el músico nacido en Halle es recordado en películas, nuevas interpretaciones y biografías. El aria "Lascia ch'io piangia" fue interpretada incluso por Barbra Streisand y se puede bajar hasta como tono de móvil.
El maestro fue un "lobo solitario", como lo describe el musicólogo alemán Franz Peter Messmer en una nueva biografía. El regordete de mirada dulce en los retratos fue uno de los compositores del Barroco que más luchó por no depender de los mecenas feudales. Vanos fueron los intentos del rey Federico I de Prusia, un talentoso flautista, de financiar un curso del joven Händel en Italia. El músico y su padre, barbero y médico de profesión, rechazaron la oferta. Años después llegó Händel a Roma y de allí se catapultó a la fama en Europa.
Un empresario barroco
Su contemporáneo Johann Sebastian Bach (1685-1750) tuvo que soportar toda la vida los caprichos de la corte y la arbitrariedad de la iglesia, y nunca abandonó la patria. Händel, por el contrario, dejó atrás el entorno provinciano en sus años mozos. Su excepcional olfato para el gusto del público le permitió transformarse de músico de corte a empresario musical.
La música lo llevó en primer lugar a Hamburgo. Había dejado en 1703 su puesto de organista de la catedral para incorporarse como violinista a la orquesta de la ópera hamburguesa. Hasta entonces había compuesto cantatas y decidió probar suerte con música secular. Su primera ópera, "Almira", fue ovacionada en el estreno en 1705.
En Italia, adonde se trasladó en 1706, comenzó su ascenso al olimpo de los grandes compositores de su tiempo. Tuvo que someterse a la omnipotencia de los cardenales de la curia en Roma, que habían prohibido las funciones de ópera.
Para los mecenas de la curia creó decenas de cantatas seculares con títulos como "El triunfo del tiempo y del desengaño", cuyos textos eran redactados con frecuencia por los propios cardenales y en las que las virtudes y los vicios se enfrentan como criaturas míticas.
Händel el inglés
Recién en la burguesa Londres, donde Händel pasó la segunda etapa de sus 74 años, consiguió la ansiada independencia. La capital inglesa le ofreció la oportunidad de decidir su propio destino, pero se topó con el dilema entre sus aspiraciones y las expectativas del público. Ya desde joven intentó escaparse de la presión de las expectativas con mucha comida y alcohol.
En 1727 adoptó la nacionalidad británica y pasó a llamarse George Frederic Handel, nombre bajo el cual compuso una ópera tras otra. Escribió un total de 46, obras como "La coronación de Popea" que fascinaron al público londinense.
Händel se negaba a componer al estilo inglés y sus obras, concebidas como "dramma per musica", tenían una fuerte impronta italiana. "Sexo y poder, celos e ira, desesperación, maldición, muerte", así resume la escritora estadounidense Donna Leon, una apasionada por Händel, la esencia de estos dramas musicales.
En la primavera de 1719 fundó Händel una nueva compañía de ópera en el King's Theatre. Para su nueva Royal Academy of Music reclutó un conjunto de cantantes entre los que figuró el famoso castrado Senesino.
Celebró éxitos espectaculares con óperas como "Julio César", "Tamerlano" y "Rodelina", pero el público se volcó a temas políticos y satíricos como la "Ópera del Mendigo" de John Gay, que serviría de modelo a Bertolt Brecht para su "Ópera de Cuatro Cuartos".
Händel sufrió también la competencia de la "Opera of Nobility", que le quitó a casi todo el elenco de cantantes y contrató al castrado Farinelli. El público quedó dividido. Mientras que el príncipe de Gales, Federico Luis de Hannover, apoyaba la ópera de los nobles, la princesa Ann, alumna de Händel, respaldaba a su maestro.
La mudanza de la compañía al nuevo Covent Garden de Londres no logró salvarlo de la ruina. Tenía 52 años y estuvo durante meses paralizado por una apoplejía.
Nace Mesías en tres semanas
Cerrado el capítulo de la ópera se volcó a los oratorios. Al igual que en la ópera puso al coro por delante de la orquesta y lo hizo cantar en inglés. Con la ayuda de su libretista Charles Jennens retomó la senda del éxito.
Algunos oratorios como "Israel en Egipto" o "Saúl" cosecharon gran éxito, también porque tematizaban la rivalidad entre católicos y anglicanos.
Para componer su obra más famosa, "El Mesías", necesitó poco más de tres semanas. Jennens lo tuvo que convencer, porque en realidad ya no quería componer. Tras el estreno en Dublín, "El Mesías" fue interpretado por primera vez en Londres en marzo de 1743. Luego llegó una progresiva ceguera que lo recluyó más y más en la privacidad. Aún así, una semana antes de morirse, el 14 de abril de 1759, tocó el órgano en una función de "El Mesías".
Autor: Esteban Engel (DPA)
Editor: Claudia Herrera Pahl