Georgia: periodistas y disidencia bajo ataques selectivos
22 de enero de 2025"No me doblegaré ante este régimen... No seguiré sus reglas. Estoy en huelga de hambre. Hay algo más grande que la vida misma: es la libertad", escribió la destacada periodista georgiana Mzia Amaglobeli desde su celda en la prisión de la ciudad regional de Batumi.
Amaglobeli, fundadora de los medios de comunicación Batumelebi y Netgazeti, fue detenida en enero, en medio de las continuas protestas antigubernamentales, acusada de "agresión a un agente de policía". La periodista se enfrenta ahora a entre 4 y 7 años de cárcel.
Amaglobeli y su equipo de periodistas independientes han estado informando sobre las violentas represiones policiales durante las manifestaciones que han continuado por todo el país desde sus disputadas elecciones parlamentarias de octubre y la decisión del partido gobernante de congelar la integración en la Unión Europea.
Las numerosas irregularidades en la votación, documentadas por los organismos de control electoral, han llevado a muchos en el país a sospechar que el partido gobernante Sueño Georgiano manipuló los resultados de las urnas a su favor. El partido, sin embargo, niega ferozmente que las infracciones afectaran a los resultados electorales. Los opositores creen que el partido gravita hacia Moscú, mientras que la inmensa mayoría de los georgianos ve su futuro en la UE.
"Hoy, soy yo. Mañana, podría ser cualquiera que se atreva a soñar con una Georgia justa, democrática, europea, no tocada por la influencia rusa, no encadenada por la opresión. Luchen mientras aún estén a tiempo", advirtió la periodista encarcelada.
"Nuestra única herramienta de lucha es la verdad"
Las tensiones se acercaban a un punto álgido en las protestas de la ciudad costera de Batumi en enero, cuando unas 10 personas fueron detenidas por colocar pegatinas en las que se leía: "Georgia se declara en huelga".
En una muestra de solidaridad, Amaglobeli hizo lo mismo y fue detenida, pero más tarde puesta en libertad, sólo para ser arrestada de nuevo tras abofetear a uno de los policías que la cercaban a ella y a sus compañeros.
"Fue una provocación. La Policía nos insultaba, nos humillaba. Más bien habría que hacerse la pregunta: ¿qué hicieron los policías para provocar esa reacción de ella?", dice Eter Turadze, una colega que estaba presente cuando se produjo el enfrentamiento.
Las imágenes del incidente en las redes sociales muestran al jefe de Policía de Batumi, Irakli Dgebuadze, arrastrando a Mzia Amaglobeli hasta un vehículo policial, mientras hace comentarios sexualmente degradantes. Según relatan los colegas de Amaglobeli a DW, Dgebuadze intentó entrar en una habitación para agredir físicamente a la periodista tras su detención.
"Sé que la fuerza que nos combate es muy fuerte y despiadada. Pero nuestro descenso al autoritarismo aún no se ha completado. Primero tienen que matar a los medios de comunicación independientes. Nuestra única herramienta de lucha es la verdad", subraya Turadze a DW.
Brutal ataque a un líder del partido de la oposición
En medio de la agitación política, los políticos de la oposición también se han enfrentado a una creciente violencia e intimidación.
La semana pasada, Giorgi Gakharia, ex primer ministro de Georgia y ahora líder del partido de la oposición, fue brutalmente golpeado en el hotel Sheraton de Batumi y posteriormente hospitalizado. La oposición ha acusado al partido gobernante de orquestar los ataques de grupos armados. Las autoridades, a su vez, han acusado a Gakharia de provocar una pelea en el vestíbulo del hotel.
"Libertad para los presos del régimen"
A pesar de los enfrentamientos regulares con la Policía, los manifestantes han salido a la calle a diario y han realizado huelgas intermitentes, principalmente en Batumi y en la capital, Tiflis, portando pancartas en las que se leía: "Libertad para los presos del régimen".
Más allá de los llamamientos para que se repitan las disputadas elecciones de octubre en Georgia, una de las principales demandas de la oposición es la liberación de los manifestantes detenidos desde la pasada primavera, cuando el Gobierno introdujo su legislación sobre "agentes extranjeros", también apodada la "ley rusa", por ser similar a una ley represiva del Kremlin destinada a aplastar a la disidencia.
Se cree que las protestas masivas de primavera desencadenaron el primer gran enfrentamiento entre el partido gobernante y los georgianos prooccidentales. Desde entonces, cientos de manifestantes han sido detenidos.
Omar Okribelashvili, un activista de 19 años que participó en las protestas denominadas "No a la ley rusa", fue uno de los manifestantes condenados ante el tribunal esta semana. Pasará 18 meses en la cárcel por dañar una valla metálica provisional en la Plaza del Parlamento durante las protestas del pasado mayo.
(gg/ms)