Gripe aviar: Europa lucha en todos los frentes
23 de enero de 2006Con síntomas gripales y problemas respiratorios, ingresaba el pasado fin de semana una mujer de 32 años en el hospital de Montpellier, en Francia. La paciente acababa de regresar de Turquía, donde ya son 21 las personas que han contraído la gripe aviar, y donde se contabilizan cuatro muertes como consecuencia de la infección.
Los análisis llevados a cabo en la clínica gala dieron resultados negativos, pero lejos de la tranquilidad, Europa no respira aliviada. Es la tercera vez en pocos días que en un país comunitario saltan las alarmas: primero en Alemania y en Bélgica, ahora en Francia, han aparecido casos de supuesta gripe aviar posteriormente desmentidos. El rápido avance del virus no sólo en Turquía, sino también en Rumania, Ucrania y Rusia, acrecienta la sensación de peligro.
La comunicación es la mejor arma
Como si la confrontación con los primeros casos de gripe aviar en la Unión Europea no fuera más que una cuestión de tiempo, el virus se ha convertido en cuestión prioritaria para la presidencia de turno europea, este semestre en manos de Austria. Las medidas preventivas se reforzarán a partir de esta primavera, cuando las aves comiencen su periodo de migraciones.
La Comisión Europea, que sigue por su parte muy de cerca la evolución de la enfermedad, trabaja estrechamente con los países de dentro y fuera de la Unión para tratar de frenar la propagación del temido virus hacia el interior de las fronteras comunitarias y evitar la irrupción de una pandemia a nivel mundial, que podría resultar desastrosa para la humanidad.
Con encuentros periódicos como el que reunió hoy a los ministros de Agricultura de la UE, el comisario europeo de Sanidad y Defensa del Consumidor, Markos Kyprianou, mantiene al día a sus colegas sobre la actuación de las instituciones comunitarias y de los restantes países en lo que a la gripe aviar concierne, además de informarles acerca de la situación actual de la enfermedad.
Las restricciones se prolongan
A principios de marzo- la fecha no se conoce aún con exactitud- las aves alemanas, liberadas sólo hace unos meses, deberán volver a su encierro en los gallineros. El periodo de alto riesgo de transmisión del virus regresa con la primavera y nadie en Europa quiere arriesgarse a una expansión del virus.
Los expertos comunitarios proponen que la prohibición de importar aves silvestres en todo el territorio de la Unión Europea se mantenga hasta junio, prolongando también las restricciones al transporte privado de aves, que hoy está limitado a cinco pájaros por persona, siempre y cuando los animales hayan estado sometidos a una cuarentena de 30 día en su lugar de origen.
Pero no sólo la lucha contra el virus preocupa en Europa. Los ministros de Agricultura, en especial el ministro italiano, temen por el sector agrícola, que se está viendo afectado económicamente por la desconfianza que en los consumidores europeos despiertan todos aquellos productos elaborados con carne aviar.