“Guerra de divisas” continúa tras fracaso de asamblea de FMI
10 de octubre de 2010El próximo "campo de battalla" será Corea del Sur en este enfrentamiento que amenaza con poner, cuanto menos, en duda la "cooperación" de que hizo gala el mundo durante los momentos más duros de la crisis.
En esta ya denominada “Guerra de divisas” se enfrentan todos contra todos. Una confrontación de la que nadie podrá salir de ganador. El encuentro en Washington terminó con una declaración final en la que meramente se llama al FMI a "profundizar su trabajo" en esta área que, reconoce, ha provocado "tensiones y vulnerabilidades" frente a la buscada estabilidad del sistema monetario internacional, pero sin darle instrucciones específicas en cuanto a cómo monitorear esta disputa.
Todos contra todos = todos pierden
Un diluido comunicado que en cierto modo dejaba entrever las tensiones tras el cruce de acusaciones que durante toda la reunión en Washington no dejaron de producirse entre los países protagonistas, Estados Unidos y China, y terceros como un Brasil, que se ve perjudicado por una situación de la que no se siente culpable sino víctima.
Llamamientos de uno y otro lado parecieron caer en saco roto mientras cada una de las partes se mantiene firme en su postura. ¿O no?
Tras la reunión del Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC), la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, reconoció que nunca antes en otra reunión de este calibre había oído hablar tanto de este tema.
Un punto a favor quizás de su colega brasileño, Guido Mantega, "responsable" del término "guerra cambiaria" o de divisas que ya se ha establecido internacionalmente y que, según reconoció en Washington, adoptó un tanto provocativamente para sacar a la luz una disputa latente desde hace meses.
Con bolsillos de plata y pies de plomo
"Un poco de paciencia", recomendó Lagarde a la prensa cuando le preguntaron sobre el desarrollo de la "guerra". "En una guerra, siempre hay un perdedor", recordó la ministra gala. Es importante que en este caso "no haya un perdedor", subrayó.
Un motivo quizás por el que la comunidad internacional esté yendo con pies de plomo en esta disputa. El propio director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, trató de alejarse durante todas las sesiones de la terminología bélica y afirmó que el fondo de la disputa es una cuestión de "reequilibrios" que requiere no de peleas, sino del espíritu de "cooperación" del que el mundo hizo gala durante los peores momentos de la crisis. "No habrá manera de que la economía global sea más estable, de que se logre el crecimiento en todas partes si no se hace de una forma cooperadora", sostuvo.
Vía libre al segundo round
Entre tanto discurso divergente, el francés trató de ver el lado positivo: "la idea de que se necesita cooperación parece estar regresando" porque "todos son conscientes de que no hay una solución única que se pueda aplicar en un país sin que exista un plan a nivel global".
El problema ahora es lograr elaborar ese plan, que debería seguir siendo discutido en la cumbre del G20 en Seúl en las próximas semanas. Aunque, quizás tratando de rebajar el tono de lo que podría convertirse en el próximo campo de batalla, Strauss-Kahn ya se apresuró en Washington a advertir en contra de "levantar demasiadas expectativas" para el próximo encuentro de las grandes economías del mundo.
dpa
Editor: José Ospina-Valencia