Guerra del gas impulsaría en Europa rutas alternativas
7 de enero de 2009La enésima disputa por el suministro de gas entre Rusia y Ucrania comportará importantes cambios a medio y largo plazo en el mapa de la distribución de energía en Europa. Los países europeos no quieren arriesgarse a padecer futuros cortes en el abastecimiento de gas como consecuencia de los periódicos enfrentamientos entre Kiev y Moscú. La penúltima crisis, llevó a que Rusia interrumpiera el suministro de gas a Europa occidental a través de los gasoductos que atraviesan Ucrania, podría impulsar la construcción de nuevos conductos que en el futuro transportaran el gas ruso hacia Europa a través de otros países.
El gasoducto del Báltico, a punto en 2011
Uno de los proyectos ya en marcha es el del gasoducto del Mar Báltico, que transportará gas ruso directamente a Alemania. Al frente de la iniciativa se encuentra la empresa Nord Stream, con sede en Suiza y que tiene al ex canciller alemán, Gerhard Schröder, como presidente de su consejo de administración. El control de Nord Stream corresponde a la compañía rusa Gazprom, que posee el 51 por ciento de las acciones. También participan en el proyecto las energéticas alemanas BASF y E.ON Ruhrgas.
El gasoducto del Mar Báltico constará de dos conductos de aproximadamente 1.200 kilómetros de longitud. El primero de ellos funcionará ya en octubre de 2011. Tras la entrada en funcionamiento del segundo gasoducto, en 2012, la capacidad de transporte será de 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año. La conducción no sólo serviría gas a Alemania, sino que también podría abastecer a Dinamarca, Holanda, Bélgica, Gran Bretaña y Francia. El proyecto comportará la inversión de unos 7.400 millones de euros.
Además, existe otra construcción en vías de materializarse. Se trataría de un gasoducto que despacharía unos 30.000 millones de metros cúbicos de gas ruso directamente a la Unión Europea a través del Mar Negro. Finalmente, otro proyecto que pretende impulsar Moscú supondría la ampliación del gasoducto Blue Stream, que llevaría gas al sur de Europa a través de Turquía.
¿Más control de Moscú?
A nadie se le escapa, sin embargo, que la construcción de gasoductos como el del Mar Báltico servirá para reforzar el control de Moscú sobre los suministros a Europa. Por un lado, Ucrania y Polonia temen perder su condición de países de tránsito del gas ruso y que ello los someta a arbitrariedades en el suministro por parte de Moscú. Por otro lado, países como Alemania están convencidos que deben apostar por encontrar proveedores alternativos para que la dependencia con Rusia no crezca en exceso en el futuro. Actualmente, el 37 por ciento del gas que se consume en Alemania es ruso.
Pese a que existen alternativas a Rusia, la posición de Moscú es privilegiada para asegurarse ser el principal suministrador de gas en Europa durante las próximas décadas. De nada sirve que las sucesivas crisis hayan minado la confianza de los países europeos en el papel de garante energético de Moscú. Rusia posee el 26 por ciento de las reservas mundiales de gas, garantizadas al menos para los próximos 57 años. Alemania, Holanda, Noruega y Gran Bretaña juntas, disponen sólo del 3 por ciento. Además, las habrán agotado en no más de 25 años.
La enésima crisis, en vías de solución
Sea como sea, la presente crisis entre Rusia y Ucrania, que ha llevado a Moscú a interrumpir el suministro a Europa occidental, comienza a reconducirse. De momento, tanto Kiev como Moscú han aceptado el envío, por parte de la Unión Europea, de un grupo de expertos para aclarar las causas de los cortes de suministro a ambos lados de la frontera ruso-ucraniana. Según el primer ministro de la República Checa y presidente de turno de la UE, Mirek Topolanek, el gobierno ruso retomará el suministro a Europa occidental una vez que los observadores se hayan desplegado.
Por otro lado, representantes de las compañías gasistas rusa y ucraniana, Gazprom y Naftogaz, se reunirán este jueves en Moscú para negociar una salida al conflicto. Asimismo, la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento Europeo celebrará también este jueves una sesión extraordinaria para analizar la situación. La cámara comunitaria ha invitado a los directores de Gazprom y Naftogaz a tomar parte en el encuentro.