Premio Sajarov para disidente cubano Guillermo Fariñas
21 de octubre de 2010Nadie puede acusar al disidente Guillermo "Coco" Fariñas de haberse dejado intimidar por el gobierno cubano. Su útlima huelga de hambre tuvo como escenario un cuarto de hospital. Durante 135 días, el psicólogo y periodista de 48 años se mantuvo en la trinchera y no abandonó el ayuno pese a las campañas de difamación de la Habana y las súplicas de sus compañeros ante su delicado estado de salud.
Fariñas no cedió hasta que la Iglesia católica cubana anunció el compromiso del régimen de liberar sucesivamente a 52 presos de conciencia detenidos durante la ola represiva conocida como la "Primavera Negra" de 2003, cuando fueron encarcelados 75 disidentes. Entre ellos se encontraban 26 prisioneros enfermos, la principal preocupación de Fariñas.
Orlando Zapata Tamayo
La protesta, que se convirtió en espectáculo mediático, fue iniciada un día después de la muerte, el 23 de febrero, del prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo, un albañil que llevaba 86 días de ayuno para reclamar mejores condiciones carcelarias. La huelga de Fariñas transcurrió en buena parte en la sala de cuidados intensivos de un hospital de Santa Clara, donde era mantenido con vida con alimentación parenteral. A principios de septiembre se le extirpó la vesícula en una operación de urgencia tras detectársele numerosos cálculos. El disidente dice tener una cicatriz de 24 puntos que le produce muchos dolores, además de que es tratado por una trombosis en la yugular izquierda que constituye un peligro de muerte. Pero el luchador social se muestra combativo y dice que hay cambios desde que dejó el ayuno.
"La situación en Cuba ha cambiado y de manera abrupta. El gobierno está a la defensiva. El reclamo de la inmensa mayoría de los luchadores pro-democracia en Cuba, que era lograr la liberación de los presos políticos y de conciencia, se está logrando de manera paulatina. El gobierno se ha visto en la necesidad de hablar del asesinato de Orlando Zapata, sobre las Damas de Blanco, y sobre la huelga de hambre que realizamos con un grupo de hermanos", dice Fariñas en entrevista telefónica desde su casa en su natal Santa Clara.
El periodista afirma que esta situación ha dado una certidumbre al pueblo cubano: "hay hombres y mujeres dispuestos a enfrentar al gobierno y a entregar la vida por sus ideas, cosa que le invalidó el discurso al régimen de que nosotros somos mercenarios".
Veintitrés huelgas de hambre
Nacido en Santa Clara, en el corazón de la isla, Fariñas es uno de los opositores más conocidos por haber protagonizado veintitrés huelgas de hambre, primero contra el gobierno de Fidel y luego contra el de Raúl Castro.
Hijo de un revolucionario que combatió junto con el Che Guevara en la Crisis del Congo de 1965, inicialmente siguió la carrera de las armas igual que su padre y defendió en su juventud la Revolución Cubana. En 1988 se graduó como psicólogo. Un año después, el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa, acusado por el régimen de narcotráfico y alta traición, marcó el rompimiento de Fariñas con la cúpula cubana. Ese mismo año renunció a la Unión de Jóvenes Comunistas y pasó a las filas de la oposición.
Desde entonces ha pasado 11 años y medio en la cárcel, acusado de tenencia de armas y otros cargos, en represalia por sus actividades y denuncias de corrupción y de violaciones a los derechos humanos en la isla.
Durante siete meses de 2005, Fariñas siguió una huelga de hambre para reclamar acceso a Internet para todos los cubanos, protesta que le dejó graves secuelas de salud. La Organización Reporteros sin Fronteras le otorgó el premio Ciberlibertad 2006. Ese mismo año la Municipalidad de Weimar, en Alemania, le otorgó el Premio de Derechos Humanos cuya dotación de 2.500 euros, donó de manera íntegra a los presos políticos cubanos.
No han cambiado las leyes
El ex director de la agencia Cubanacan Press sigue en pie de lucha y aboga porque no se cambie aún la Postura Común europea hacia Cuba debido a que no han cambiado las leyes que podrían volver a llenar las cárceles cubanas en cualquier momento. El periodista exhorta a Estados Unidos que permita viajar a sus ciudadanos a la isla pues sostiene que la llegada de millones de turistas estadounidenses cambiaría con seguridad la situación política.
"Creemos que si entran los norteamericanos, aunque el gobierno se fortalezca económicamente, desde el punto de vista ideológico se va a debilitar", afirma Fariñas
Según el opositor, como resultado habrá una "aceleración de los cambios porque el último reducto es el pueblo norteamericano que, según la propaganda castrista quiere invadirnos", dice. El luchador advierte que cuando los cubanos vean que lo que lo que los norteamericanos traen es prosperidad habrá un cambio de posiciones en las personas que siguen engañadas por la propaganda gubernamental.
En su libro "Radiografía de los miedos en Cuba", (Cuba, 2009) Guillermo Fariñas retrata la sociedad cubana bajo la opresión y el sometimiento. Desde el temor de Fidel a un eventual derrocamiento hasta el ciudadano más humilde ante las arbitrariedades del régimen y sostiene que el pueblo de Cuba vive en un estado de terror constante.
Autora: Eva Usi
Editora: Emilia Rojas