¿Habrá pronto una vacuna contra la malaria?
16 de agosto de 2021Anualmente mueren más de 400.000 personas de malaria. La mayoría de ellas son niños que no han cumplido aún los cinco años. Esta enfermedad tropical es una de las principales causas de mortalidad infantil en África. Allí, cada dos minutos muere un niño por esa enfermedad, que produce dolores de cabeza y de extremidades, fiebre y escalofríos, así como cólicos y dolores gastrointestinales.
El parásito plasmodium usa como vector al mosquito anófeles. Sus larvas se desarrollan en aguas estancadas, como charcos y agua en recipientes caseros. Las hembras se alimentan de la sangre que absorben al picar a sus víctimas. Si pican a una persona infectada de malaria, pueden propagar la enfermedad como vectores. Es decir, que una picadura puede conducir a la muerte.
Una vacuna contra la malaria podría salvar muchas vidas. Actualmente hay cerca de 70 candidatos vacunales contra la malaria, pero ninguno de ellos brinda todavía un cien por ciento de seguridad. Sin embargo, algunas fueron aplicadas ya con éxito por los investigadores.
Candidato vacunal de Tubinga
Un grupo de investigadores de Tubinga, Alemania, desarrolló junto con la empresa de biotecnología estadounidense Sanaria la vacuna PfSPZ-CVac. "Se trata de parásitos vivos que se aplican junto con un medicamento quimioterapéutico, el cual los debilita”, explica a DW Peter Kremsner, del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Tubinga. "Así los parásitos no pueden reproducirse indiscriminadamente ni propagarse sin freno. Mueren antes de que puedan enfermar a la persona vacunada”, señala. Estudios demostraron que esta vacuna logra una inmunización efectiva, añade el científico, de cerca de un 77 por ciento. Con eso, los investigadores incluso superaron la efectividad del 75 por ciento que exige la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una vacuna contra la malaria. Los científicos utilizaron una cepa de parásitos provenientes de África Occidental y luego, como control de la infección, una cepa de Sudamérica. En mayo de 2021, el estudio fue publicado por la revista especializada Nature Communications.
El equipo de Tubinga realizó el ensayo de la vacuna en personas entre 18 y 30 años. "Los inmunizamos tres veces en un lapso de cuatro semanas”, dice Kremsner. "Lo nuevo es que acortamos y compactamos el procedimiento. Anteriormente, los voluntarios tenían que recibir 13 dosis.
A partir del quinto día después de la primera inmunización se les tomaron muestras de sangre y se les hizo un seguimiento minucioso. Un plan terapéutico como el de los estudios de Tubinga es extremadamente importante para las regiones africanas, ya que muy pocos pueden llegar al consultorio médico a menudo para recibir la inmunización.
Semi-inmunidad natural
La mayoría de adultos en las regiones altamente endémicas disponen de una semi-inmunidad natural desarrollada porque han sufrido múltiples infecciones de malaria. "Vimos que cerca de un 20 a un 25 por ciento de las personas poseen una ‘inmunidad estéril', es decir, que ya no se infectan con el parásito. En un 40 por ciento, todavía se detecta al parásito, pero las personas no se enferman. Es decir, que pueden combatirla. En alrededor de un tercio, el parásito solo puede detectarse mucho más tarde, y los infectados se enferman, pero el desarrollo de la malaria es leve”, aclara Kremsner la semi-inmunidad.
Candidato vacunal de Oxford
Otro estudio prometedor es el que se lleva a cabo en la Universidad de Oxford, Reino Unido. Se trata del candidato vacunal contra la malaria R21/Matrix-M. Este también brinda una protección de un 77 por ciento. Esa alta efectividad fue demostrada por los investigadores durante un lapso de 12 meses luego de los estudios posteriores correspondientes. El estudio se llevó a cabo en Burkina Faso.
Los 450 participantes tenían entre cinco y 17 meses de edad, y provenían de la región de Nanoro. Algunos de ellos recibieron la nueva vacuna contra la malaria, y los niños del grupo de control, la vacuna contra la rabia. Los investigadores los vacunaron tres veces antes de la temporada de la malaria, entre mayo y agosto de 2019. Un año después, los vacunaron una cuarta vez. El preparado R21/Matrix-M demostró una alta inmunización contra los esporozoitos, la fase infecciosa del plasmodium. El grupo que recibió una mayor cantidad de dosis logró una inmunización del 77 por ciento. No se detectaron efectos secundarios graves.
Vacuna de GlaxoSmithKline
Un tercer candidato vacunal que fue aprobado ya en 2015 es RTS,S, también conocido como Mosquirix. Fue desarrollado por la farmacéutica británica GlaxoSmithKline junto con la PATH Malaria Vaccine Initiative. Se utiliza desde 2019 en Ghana, Kenia y Malawi. Pero según estudios solo evita un tercio de las infecciones. Además, su efectividad disminuyó en el transcurso de cuatro años.
Una vacuna de este tipo solo puede reducir las infecciones en conjunto con otras medidas, como la profilaxis de exposición, usando redes mosquiteras impregnadas con insecticidas, el uso de insecticidas y también la eliminación de aguas estancadas. Esta vacuna emplea solo una proteína del parásito de la malaria Plasmodium falciparum, que es el que aparece con más frecuencia en África, pero es solo uno de cientos. "El candidato vacunal R21 no es en realidad una innovación”, señala Kremsner, ya que es una copia antigénica del RTS,S y solo se diferencia en el adyuvante”, pero la efectividad es similar.
Planes para una vacuna ARNm
Una nueva esperanza contra la malaria podría significar la vacuna basada en el ácido ribonucleico mensajero o ARNm. La compañía alemana BioNTech, que también desarrolló la vacuna BNT 162b2 contra el coronavirus que causa COVID-19, planea desarrollar un primer estudio clínico hasta 2022. El objetivo esencial es investigar una vacuna mRNA para prevenir la malaria y lograr una inmunidad sostenida ante esa enfermedad, y, de ese modo, también ante la mortalidad que esta enfermedad tropical provoca. Además, la empresa quiere buscar soluciones para la producción y distribución de la futura vacuna.
Mientras el preparado de BioNTech todavía está en la fase inicial, los investigadores de Tubinga, junto con Sanaria, ya planean comenzar en los próximos meses los estudios de aprobación de la vacuna. Kremsner confía en que ese estudio dé resultados positivos. En el mejor de los casos, la vacuna contra la malaria de Tubinga podría salir a la venta en un futuro cercano.
(cp/ms)