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¿Qué hace Europa contra los incendios forestales?

25 de junio de 2024

El cambio climático está haciendo que los incendios forestales en Europa sean más frecuentes e intensos. ¿Cómo se prepara el continente para afrontarlos?

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Dos bomberos ante las llamas de un incendio forestal.
Cuando las altas temperaturas secan los suelos forestales, las condiciones son más propicias para los incendios.Imagen: AP/picture alliance

El verano pasado, llamas incontrolables devoraron un área de Grecia mayor que la superficie de Nueva York. El mayor incendio forestal en la historia de Europa destruyó casas, olivares y vidas.

Aunque los incendios forestales son un fenómeno normal, las temperaturas elevadas y sequías más intensas provocan un clima más propicio para que estos sean de mayor intensidad y duración, y se propaguen a mayor velocidad. En 2023, solo en Europa se quemó una zona dos veces mayor que Luxemburgo, lo cual causó daños por valor de 4 mil millones euros y liberó 20 megatoneladas de CO2; casi un tercio de las emisiones anuales generadas por vuelos dentro de la UE. Cabe preguntar entonces: ¿Está preparado el continente?

La respuesta de la UE

Balazs Uvjari, vocera de la Comisión Europea, muestra preocuoación: "Cada vez registramos más situaciones a las cuales los estados miembros no pueden hacer frente solos”.

La UE se ha centrado en ampliar sus capacidades de lucha contra los fuegos a través del Mecanismo de Protección Civil de la Unión y el programa RescEU.

El año pasado duplicó el número de aviones, helicópteros y bomberos de su flota. Ujvari afirma que se han desplegado 28 aviones, 4 helicópteros y 556 bomberos en cuatro países de alto riesgo, en anticipación de la temporada de incendios en este año. Además, fueron aprobados 600 millones euros para agrandar aún más la flota.

Una avioneta luchando contra un incendio forestal.
La UE está aumentando su flota de aviones, helicópteros y bomberos.Imagen: Patricia de Melo Moreira/AFP

Por último, añade, la UE facilita imágenes de satélite a las autoridades de las zonas afectadas, mediante su sistema de satélites Copernicus.

La prevención es la clave

Existen críticas a los planes de la UE. Alexander Held, experto senior del Instituto Forestal Europeo, afirma: "La ciencia y nuestras experiencias nos dicen que para prevenir estos fuegos desastrosos no tiene sentido invertir en su extinción a posteriori. Lo único que se puede hacer es intentar evitar que se produzcan o tomar medidas para que no ardan con una intensidad incontrolable”.

"Hace falta más gestión forestal”

Julia Bognar, del Instituto de Política Medioambiental Europea, explica a DW que hay varias formas de aumentar la resistencia de los bosques europeos a los incendios. Entre ellas, separar los árboles al sembrarlos, reducir el sotobosque mediante fuegos controlados o la introducción de animales de pastoreo. Asimismo, es crucial evitar los monocultivos.

Se ve una plantación de eucalipto.
Los monocultivos, como las plantaciones de eucalipto, son propensos a sufrir incendios forestales más intensos.Imagen: Laurent Guerinaud/UIG/IMAGO

Los métodos deben adaptarse al clima de cada país, añade Held. Mientras que en localidades calurosas como el sur de España se recomienda reducir la biomasa combustible a través de fuegos controlados antes del verano, en Europa central son fundamentales el cultivo variado dentro de los bosques y la introducción de zonas de cortafuegos.

Se requiere más coordinación y soluciones a largo plazo

Bognar critica que, aunque ha aumentado el intercambio de soluciones preventivas entre los países europeos, no existe un intento concertado por parte de las instituciones europeas. Por lo tanto, la respuesta europea permanece en un estado fragmentado.

Ella considera que se necesitan soluciones más coherentes y a largo plazo a nivel europeo. Por ello, aboga por proyectos legislativos como el Sistema de Vigilancia Forestal y la Ley de Restauración Natural.

Held cita el ejemplo de Portugal, un país con una estrategia nacional de prevención de incendios. Tras los devastadores incendios de 2017, el país cambió su enfoque estratégico de la extinción a la prevención de fuegos. Desde entonces, aumentó el cultivo de especies autóctonas adaptadas al fuego, por ejemplo, así como la introducción de cortafuegos; franjas que se mantienen intencionadamente libres de vegetación para dificultar la propagación de los incendios.

Un incendio forestal en Grecia.
El intercambio de conocimientos entre países europeos es crucial.Imagen: Alexandros Avramidis/REUTERS

Francia introdujo el año pasado una legislación similar, en virtud de la cual se multaría a los terratenientes que no eliminen la maleza de sus bosques.

Jesús San Miguel, investigador en el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, constata que el mayor obstáculo es el hecho de que la Comisión Europea ocupa una posición consultiva en estos temas. Al final, son los Estados miembros los responsables de la gestión de sus bosques y la prevención de incendios.

"La prevención es un proceso lento y menos visible que la lucha contra un incendio activo”, explica San Miguel a DW. "Entonces, cuando tienes a muchos aviones luchando contra las llamas, parece que están haciendo mucho, pero en realidad hay que priorizar a la prevención. Sobre todo, porque es mucho más económica”.

(akg/ers)