Harry Frankfurt: “Trump miente sin tapujos”
26 de septiembre de 2016Deutsche Welle: ¿Podría usted compartir con nosotros su definición de la palabra ‘bullshit' y de las personas cuyo ego parece depender de los dislates que articulan?
Harry G. Frankfurt: Las personas engreídas que sólo hablan disparates tienen una característica fundamental: la verdad los deja indiferentes. Él o ella hacen afirmaciones independientemente de que sean veraces o no, sólo para manipular las posiciones del público.
Su usted aplica su noción de ‘bullshit' a la campaña electoral estadounidense, ¿cómo describiría a los candidatos con más chance de ganar los comicios?
Todos los políticos manipulan las posiciones del público. De ahí que todos ellos se sientan tentados a contar disparates. Trump y Clinton no son la excepción, pero él habla más disparates que ella. Y cuando no incurre en desatinos, Trump miente sin tapujos.
Clinton también miente, pero no tanto. Y no le da igual que se sepa que ella miente. Cuando alguien le echa en cara una mentira, a ella se le nota la vergüenza y el esfuerzo que hace para explicar que en realidad no fue una mentira, sino una imprecisión.
¿Cuál es el disparate más grande que usted haya leído o escuchado en el marco de la campaña por la presidencia de Estados Unidos?
No puedo recordarlo, pero estoy seguro de que vino de la boca de Trump. Y yo creo que la opinión pública tolera esas insensateces porque los disparates se han convertido en algo normal en el discurso político. La gente ya ni se escandaliza.
Ese estado de cosas me asusta porque habla muy mal de la capacidad de raciocinio de la población estadounidense y también de la integridad de nuestros políticos. Los dos partidos más fuertes ya ni parecen esforzarse en mantenerse del lado de la verdad.
Al comparar esta campaña electoral con las precedentes, ¿cabe decir que hoy se dicen más disparates que en décadas anteriores?
Yo no sé si en esta campaña electoral se hablan más disparates que en las precedentes. Es difícil medirlo. Pero, considerando la indiferencia que Trump exhibe de cara a la verdad, yo supongo que hoy se dicen más locuras que en campañas anteriores.
¿Es la proliferación de disparates un fenómeno que se restringe al ámbito estadounidense o se trata de un problema más bien global?
Al respecto sólo puedo decir dos cosas. Primero: que no lo sé. Pero lo interesante es que los disparates abundan en muchos países donde no existe una palabra para nombrarlos. Y segundo: ¡Dios nos libre!
Autor: Michael Knigge
El filósofo Harry G. Frankfurt es profesor emérito de la Universidad de Princeton y autor de libros como "Sobre la igualdad” (2015) y "Bullshit”(2005), que figuró durante semanas en el ranking de "best-sellers” de "The New York Times”.