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Hielo marino invernal de la Antártida en mínimo histórico

26 de septiembre de 2023

La banquisa antártica presentó el máximo más bajo registrado entre 1979 y 2023, alertó el estadounidense Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve.

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Los científicos se muestran reacios a establecer un vínculo formal con el calentamiento global y el deshielo antártico, ya que los modelos climáticos han tenido dificultades en el pasado para predecir cambios en la banquisa de la Antártida. (Archivo 26.02.2023)
Los científicos se muestran reacios a establecer un vínculo formal con el calentamiento global y el deshielo antártico, ya que los modelos climáticos han tenido dificultades en el pasado para predecir cambios en la banquisa de la Antártida. (Archivo 26.02.2023)Imagen: Sebnem Coskun/AA/picture alliance

La banquisa antártica tuvo su reducción más extrema en más de 40 años al finalizar el invierno austral, cuando registra su superficie máxima del año, anunció el lunes (25.09.2023) el principal observatorio estadounidense.

La banquisa o hielo marino de la Antártida se derrite durante el verano y se vuelve a formar en el invierno, estación que está actualmente terminando en el hemisferio sur.

El 10 de septiembre, "el hielo marino de la Antártida alcanzó una extensión máxima anual de 16,96 millones de km cuadrados", escribió el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC, por sus siglas en inglés).

"Este es, con diferencia, el máximo más bajo de hielo marino registrado entre 1979 y 2023".

La extensión máxima alcanzada este año es 1,03 millones de kilómetros cuadrados menos que el récord anterior, equivalente a casi el doble de la superficie de Francia.

"No es sólo un año récord, es un año extremo, un año sin precedentes", afirmó Walt Meier, científico principal del NSIDC.

Récord de derretimiento el pasado verano

En febrero, en pleno verano austral, el hielo marino de la Antártida alcanzó su punto más bajo, con una extensión mínima de 1,79 millones de kilómetros cuadrados, un récord de derretimiento, según el NSIDC.

Posteriormente, la banquisa se volvió a formar a un ritmo inusualmente lento, a pesar de la llegada del invierno.

En el Ártico, donde ahora termina el verano, el hielo marino alcanzó su extensión más baja del año, con 4,23 millones de kilómetros cuadrados, anunció el NSIDC. Es el sexto registro más bajo en 45 años de datos.

Durante varias décadas, el hielo marino de la Antártida se mantuvo estable o incluso se expandió ligeramente. Pero "desde agosto de 2016, la tendencia relativa a la extensión del hielo marino antártico ha experimentado un fuerte descenso, durante casi todos los meses" del año, explica el NSIDC.

Preocupación científica

"Existe la preocupación de que esto pueda ser el comienzo de una tendencia a largo plazo de disminución del hielo marino antártico a medida que los océanos se calientan a escala mundial", agregaron los científicos.

El derretimiento del hielo marino no tiene un impacto inmediato en el nivel del mar, porque se forma al congelarse el agua salada ya presente en el océano. Pero el hielo blanco refleja los rayos del Sol más que el océano más oscuro, por lo que su pérdida agudiza el calentamiento global.

La pérdida de hielo marino también expone aún más las costas de la Antártida a las olas, que podrían desestabilizar el casco polar, que está formada por agua dulce. Su derretimiento provocaría un catastrófico aumento del nivel de los océanos.

jc (afp, reuters)