Hongos aterradores, pero hermosos
Estos son hongos con formas muy particulares y olores muy fuertes. Es fascinante lo que la naturaleza puede llegar a crear, pero también puede ser espeluznante. Aquí un recuento de las setas más aterradoras.
"Dedos del diablo"
En la foto, el Clathrus archeri, también conocido como “dedos del diablo”. Los hongos no pertenecen al reino de los animales ni de las plantas, ya que forman parte del reino Fungi. Esta seta en particular tiene un superpoder: su olor nauseabundo. Ese aroma atrae a los insectos, y así estos transportan sus esporas.
No es mortal, pero tampoco rico
“Dedos del diablo” es originario de Australia, Tasmania, Nueva Zelanda y Malasia. Sin embargo, se ha propagado, y en 1934 fue descubierto por primera vez en Alemania. No es tóxico. Luego de retirar las esporas y la baba gelatinosa que secreta, este hongo se puede consumir. Pero no espere que su sabor sea exquisito.
Una mano se asoma
La Xylaria polymorpha, también conocida como "dedos de muerto", prefiere crecer en los árboles muertos, o que está a punto de morir. Esta “mano” tiene un color marrón oscuro, tirando a negro, mientras que su interior es blanco y fibroso. Se trata de un hongo que no es comestible.
Joven y sanguinario
El hongo Hydnellum peckii o “diente sangrante” segrega un jugo rojizo parecido a la sangre. En la parte inferior del sombrero y a lo largo del tallo posee espinas. Eso ya debería disuadirnos de comerlos, ya que esta especie es venenosa.
Amenazador y amenazado
Este hongo está presente en Europa Central con alrededor de 15 especies. Y se encuentran en la lista de rarezas protegidas de la flora fúngica. El “diente sangrante” es una especie amenazada, al igual que la “oreja de cerdo”.
¡Deliciosa oreja de cerdo!
De todas estas setas, el Gomphus clavatus es la más conocida. Tiene forma de oreja de cerdo, de ahí proviene su nombre. La buena noticia sobre esta especie es que es comestible y deliciosa. Es de color blanco, su carne es tierna, y tiene un sabor muy suave.
"Nido de pájaro"
El Cyathus olla, también conocido como “nido de pájaro” o “hongo nido”, pertenece a la familia Agaricaceae. Esta especie se encuentra en casi todo el mundo, pero no es comestible.
De forma fálica
Este hongo es característico por su mal olor y su forma fálica. Su nombre en latín es “phallus impudicus". Su punta está cubierta con una sustancia maloliente y pegajosa. Este mal olor atrae a los insectos, que se llevan las esporas de esta seta. En estado adulto es incomible por el espantoso olor que desprende. En estado de "huevo" es comestible, incluso apreciado en algunas partes de Europa.
La dama del velo
Este hongo pertenece al grupo de los mohosos. El Phallus indusiatus, comúnmente llamado “velo de novia”, carga un velo de encaje. Esta seta también huele mal, pero a menudo se la utiliza en la gastronomía china. Es rica en proteínas, carbohidratos y fibras. ¡Buen provecho!
Desde el cerebro hasta los intestinos
Es común que el hongo Ascocoryne sarcoides, o “mukizia ubel”, se encuentre en la madera muerta del abedul, sauce o hayas. Su apariencia es semejante a las entrañas. Pero también puede tener diversas formas, desde un trompo, hasta carne de color rosa, violeta o roja. En teoría, es comestible, pero, ¿quién se animaría?
El doble no comestible
El doble de esta seta es el Ascocoryne cylichnium. Pero cuidado: este no es comestible. Estas dos especies se pueden diferenciar a nivel microscópico, pero es mejor no arriesgarse.
¿Una planta carnívora?
Este espécimen no es carnívoro, ni es una planta. Cookeina tricholoma, o “seta copa”, pertenece a los hongos tubulares, y es inofensivo. Su forma y sus pelos llaman la atención. En algunas zonas de México esta seta es comestible, mientras que en Camerún la utilizan con fines medicinales, para el dolor de oído.
Una melena de león
Hericium erinaceus, también conocido como “melena de león”, es comestible, a diferencia de las otras especies. En Asia este hongo es considerado un manjar y es muy popular en la medicina tradicional china. Pero, esta “melena” es muy difícil de encontrar en la naturaleza, ya que está en peligro de extinción. Así que, ¡mirar, pero no tocar!