Fútbol en huelga
24 de agosto de 2011Son campeones del mundo, campeones de Europa, ganadores de la Champions League, y cuentan con los tres mejores jugadores del año 2010: Messi, Iniesta y Xavi. España es la nación futbolística dominante y más orgullosa del momento. Pero los éxitos del fútbol español parecen haber perdido algo de su glorioso esplendor. A causa de las enormes deudas, el fútbol español se asemeja ahora mismo a una enorme burbuja de jabón: grande, bello, colorido… Pero a punto de reventar.
Los clubes profesionales de fútbol cuentan ya con cinco mil millones de euros en deudas. Sólo en la temporada 2009/2010 los débitos aumentaron en 733 millones. Cerca de 200 jugadores de diversos clubs han dejado de recibir 50 millones de euros en sueldos, y por ello han organizado una huelga.
“Me deben más de la mitad de mi salario”
“Uno de nuestros jugadores tuvo que vender su coche para poder llegar a fin de mes. Otros ya no tienen dinero ni para gasolina”, dice David Aganzo, jugador del Rayo Vallecano, un club que tuvo que declarar la insolvencia. Algo parecido experimentó el profesional sueco Markus Rosenberg, que el año pasado fue cedido del Werder Bremen al Racing Santander.
“Me deben dinero, más de la mitad de mi salario”, contaba el jugador en declaraciones a la ZDF. “Era un problema para todo el equipo, para la liga entera”. Un problema como el que ya conoce Gerhard Poschner. El ex-profesional de la Bundesliga ejerció como director general del Real Zaragoza durante once meses. Pero después tuvo que renunciar al no poder aceptar las prácticas comerciales del club.
Los futbolistas profesionales de España exigen ahora garantías para sus sueldos. Unos requisitos que, según la asociación de la liga, son absurdos, pues ninguna asociación de empresarios puede garantizar los sueldos de los empleados. Es ya la quinta vez que los futbolistas de España convocan una huelga a lo largo de la historia. La primera fue en 1979.
Endéudate hasta las cejas y paga la mitad
El sistema de endeudamiento del fútbol español funciona así: se compran jugadores caros y se les paga altos sueldos que exceden los ingresos recibidos por patrocinadores y televisiones. Durante un tiempo el sistema va bien, hasta que la deuda de los responsables del pago es demasiado grande. Lo que ocurre después es algo que duele a todos los fans: el club debe declararse insolvente. Y mientras en la Bundesliga esto significa un descenso obligatorio, en España no necesariamente: se puede evitar el descenso si se paga el 50% de la deuda. En otras palabras: uno puede endeudarse hasta las cejas, pagar después la mitad de la deuda y despreocuparse. 21 clubs españoles de primera y segunda división se declararon en bancarrota en los últimos años y procedieron a realizar su rentable recorte de deuda.
El problema del fútbol español es también de naturaleza estructural: los “grandes”, Real Madrid y FC Barcelona, obtienen beneficios desproporcionados en comparación con los clubs más pequeños. Un ejemplo: en la temporada 2009/2010, los clubs recibieron un total de 600 millones de euros por la venta de derechos de retransmisión. Una suma importante, de la que sin embargo la mitad fue enteramente al FC Barcelona (158 millones) y al Real Madrid (136 millones). El resto se lo tuvieron que repartir los demás 40 clubes de primera y segunda división.
Soluciones en el extranjero
El masivo endeudamiento del fútbol español seguramente se hubiera podido evitar siguiendo un sistema de licencias como el establecido en Alemania por la Liga de Fútbol Alemana (DFL). Cierto es que algunos equipos alemanes están en deuda, especialmente el FC Schalke 04, pero según los requisitos alemanes, la mayoría de los equipos españoles –y también ingleses- no podrían obtener una licencia.
Ahora se multiplican las voces como la del economista Juan Francisco Corona, que demanda la intervención de la asociación europea UEFA: “Las instancias españolas no están preparadas para imponer sanciones a los clubs endeudados. La solución debe provenir de la UEFA”. El presidente de la UEFA, Michel Platini, ya ha pensado en un proyecto que todavía no ha entrado en práctica: “Financial Fair Play”, un sistema que podría empezar a funcionar a partir del 2012 y que podría revolucionar el fútbol europeo.
Autor: Joscha Weber / Lydia Aranda Barandiain
Editora: Emilia Rojas Sasse