El relato de la huida a pie hacia Alemania de dos iraníes
14 de agosto de 2024Omid y Milad lo lograron. Tras un largo y azaroso trayecto, los dos hombres iraníes han llegado a Alemania. Llevaban un mes y medio viajando. Ahora han solicitado asilo.
Desde la muerte de Jina Mahsa Amini el 16 de septiembre de 2022, cada vez más personas abandonan Irán. Amini, de 22 años, fue arrestada por la policía de la moral porque supuestamente no llevaba el velo en público, de acuerdo con las exigencias del régimen de Teherán. Y murió bajo custodia policial.
En los violentos enfrentamientos que siguieron, al menos 500 personas murieron y más de 20.000 fueron detenidas. La ONU condenó la represión como un "crimen contra la humanidad”.
Huyendo de la persecución, la opresión y los abusos
Milad no quiere revelar su apellido. Este hombre de 35 años cuenta a DW que, desde 2008, participa regularmente en protestas antigubernamentales y que, por ello, ha sido objeto de una dura represión.
Acusa a las fuerzas de seguridad iraníes de dispararle en el ojo durante las manifestaciones de 2022. Como consecuencia, está ciego de un ojo.
Posteriormente fue arrestado y maltratado en prisión. Solo fue puesto en libertad tras garantizar por escrito que, tras su excarcelación, cesaría sus actividades de protesta.
Omid, el segundo refugiado, tiene 28 años y dice que fue policía hasta 2017. También prefiere no dar su apellido. Perdió su trabajo porque no quería participar en la represión de las fuerzas de seguridad y las organizaciones leales al régimen, como la milicia paramilitar Basij, cuenta a DW.
La milicia Basij se recluta entre voluntarios leales al régimen y se despliega a menudo en la represión de las protestas. "Para mí es importante no haber participado en la opresión de mis compatriotas", afirma Omid. Por ello, también fue detenido. Más tarde fue liberado con la ayuda de su padre, un veterano.
Al principio recorrieron la misma ruta por separado
Tanto Omid como Milad abandonaron Teherán en marzo de 2023. Ambos querían ir a Alemania y se conocieron durante su huida. La primera parada fue Estambul. Los ciudadanos iraníes no necesitan visa para viajes de corta duración a Turquía. Así que ambos volaron primero a la metrópoli del Bósforo.
Desde allí, viajaron a Grecia. "Viajé a pie durante cuatro días. También tuve que viajar en barco”, detalla Milad. Hoy ya no recuerda exactamente adónde fue. Después del viaje en barco, un contrabandista afgano lo recogió. Este tomó su dinero y subió a Milad a un autobús con destino desconocido.
Mientras Milad estaba en el autobús, Omid tuvo que sobrevivir en el desierto de Grecia durante tres días sin comida. "Vivía sólo del agua que recogía en hojas y en pantanos. Fue muy duro", recuerda.
"Solo llevábamos una mochila, unas cuantas nueces y dos botellas de agua. No podía pesar demasiado, porque, de lo contrario, no podríamos caminar", agrega. Milad afirma haber cruzado entre diez y once fronteras nacionales. No puede decir exactamente cuáles eran. Hoy sólo puede nombrar la de Serbia, donde la Policía lo detuvo seis veces.
Omid recuerda su encuentro con la Policía en Croacia, quienes lo habrían amenazado con enviarlo de regreso a Irán.
Encuentro en Serbia: juntos hacia la meta
Omid y Milad se conocieron en Serbia y decidieron continuar juntos su huida. Recorrieron el último tramo hacia Alemania a pie. En la frontera recibieron "un trato absolutamente humano y bueno”, dijeron los dos hombres. Ahora han presentado en Alemania una solicitud de asilo, que aún está siendo examinada.
Por su parte, Omid solo espera que Alemania siga apoyando a los refugiados iraníes: "Estas personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, su patria, sus familias y sus pertenencias para salvar sus vidas”.
(ct/ms)