Iran desafía a Occidente con nuevas plantas de enriquecimiento de uranio

En un claro desafío a la comunidad internacional y, en especial, a EE.UU, el Gobierno de Irán anunció el domingo (29.11.09) que el país construirá diez nuevas plantas de enriquecimiento de uranio.

La reacción desde occidente no se hizo esperar: El Ministerio de Asuntos Exteriores de EE.UU. comunicó desde Washington que con esto Teherán cometía una “grave violación” a sus obligaciones con las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. También el Gobierno Federal alemán expresó su preocupación y exigió a Irán que colabore “sin condiciones” con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Desafío al OIEA

El anuncio del Gobierno de Irán de querer construir diez nuevas plantas de enriquecimiento de uranio obedece a un claro gesto de desafío al OIEA, el organismo de control nuclear de la ONU, dos días después de que esta agencia condenara el comportamiento de Teherán por construir secretamente una segunda planta de enriquecimiento de uranio en un refugio montañoso.

Aunque las palabras procedentes de la capital iraní suenan clamorosas, por lo pronto no deberían tener graves consecuencias. Irán ha anunciado que no pretende retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear y que, aún cuando quiere empezar con la construcción de cinco de las diez plantas en los dos próximos meses, su programa de energía nuclear tiene únicamente fines pacíficos y busca la generación de electricidad.

Las potencias occidentales sospechan, sin embargo, que la república islámica busca desarrollar armas nucleares.

Irán no rechaza el Tratado de No Proliferación Nuclear

Teherán rechaza esta acusación y afirma que con su declaración de intenciones, solamente ha descargado su ira contra el OIEA como respuesta a la reprimenda que le dio el organismo. En cualquier caso, Irán ha desmentido cualquier intención de retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear. De haber dado ese paso, el Organismo Internacional de Energía Atómica no tendría en el futuro ni la posibilidad, ni el derecho de proceder a nuevas inspecciones contra energía nuclear en el país.

Visto de esta manera, en los pasados días no ha cambiado mucho la situación respecto al programa nuclear iraní. No obstante, la situación continúa tensa y la comunidad internacional sigue esperando nuevas reacciones.

A pesar de todas las decepciones de los últimos años, las grandes potencias occidentales siguen buscando una nueva táctica a través de negociaciones con la que, mediante una solución diplomática, terminar con la antigua disputa sobre el programa nuclear iraní. Porque otras alternativas tienen o bien un incalculable riesgo, a través de la solución militar que Israel propone, o muy pocas posibilidades de éxito, mediante las sanciones que desea imponer EE.UU. Por su parte, Rusia y China tienen sus propios intereses en Iran.

Autor: Ulrich Pick / Ana Sánchez

Editor: Enrique López Magallón