Iraquí propagaba desde Alemania videos de Bin Laden
10 de octubre de 2006
Las autoridades policiales alemanas lo consideran “todo un éxito”. Por primera vez, según las mismas, han logrado apresar a un colaborador de Al Kaida. Se trata de un iraquí de 36 años de edad que vivía desde hace tres años en Georgsmarienhütte, un pueblo en cercanías de la ciudad baja-sajona de Osnabrück, y que fuera capturado ya por la policía local. Un caso que la Fiscal General de la nación ha asumido porque “atañe la seguridad nacional”.
Un Laptop: el corpus delicti
En el transcurso del allanamiento las autoridades confiscaron un Laptop como una de las principales pruebas contra el sindicado. Al parecer, el presunto terrorista, del que solo se ha facilitado su nombre abreviado como Ibrahim R., era buscado desde el pasado 28 de septiembre por la justicia germana.
El hombre está acusado de emitir desde el 24 de septiembre de 2005 a través de Internet y desde su propia vivienda mensajes atribuibles al líder de Al Kaída, así como de su lugarteniente Ayman Al Zawahiri y de Abú Musab Al Zarqaui, el cabecilla de la organización en Irak, recientemente muerto en una operación militar estadounidense.
¿Actuaba solo?
Aún no se ha establecido si el sospechoso de terrorismo actuaba como “célula individual” o en coordinación con otras personas dentro o fuera de Alemania.
La justicia germana considera que, con la propagación de mensajes de los dirigentes de Al Kaida, el detenido, que será presentado ante el juez de instrucción, es culpable de colaboración terrorista.
Reforzados controles en Internet
Según las autoridades policiales alemanas, la captura de dicho sindicado demuestra que “vale la pena extender más los controles en Internet con personal especializado”. Las pesquisas que dieron con la captura habían iniciado ya en 2005 cuando las comunicaciones telefónicas de Ibrahim R. fueron rastreadas.
Acciones policiales que estaban amparadas bajo la Ley de Prevención del Terrorismo que empero fuera declarada ilegal en 2006.
Ibrahim R. estaría detrás de la publicación de amenazas al Papa Benedicto XVI supuestamente realizadas por altos jefes del grupo terrorista Al Kaida.