Irán aceptó el acuerdo nuclear provisional suscrito en Ginebra con las cinco potencias con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania. Teherán acepta así limitaciones en su programa nuclear, como la paralización del enriquecimiento de uranio. Como contrapartida, las potencias occidentales disminuirán sus sanciones a la república islámica.