Irán se resiste
13 de diciembre de 2004La renuncia permanente al enriquecimiento de uranio "no está en la agenda" de Irán, declaró un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores iraní. Con esta actitud comenzaron las negociaciones entre los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania, Francia y Gran Bretaña con los dirigentes iraníes.
Mientras que Washington acusa a Teherán de tratar de fabricar en secreto dispositivos nucleares, al amparo de su programa nuclear civil, Irán se muestra conciente de la categoría de negociación que le otorga estar inmersa en la disputa nuclear. Sus diplomáticos sostienen que "una suspensión definitiva del enriquecimiento no está en el orden del día para nosotros, insistimos en el hecho de que la suspensión es por una corta duración".
La oferta de Bruselas
En un principio, Teherán acordó la suspensión -garantía de que la tecnología para producir combustible destinado a futuras centrales civiles no se utiliza con fines militares- a cambio de una promesa europea de cooperación nuclear, tecnológica y comercial.
Efectivamente, la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) constató a finales de noviembre que Irán suspendió el enriquecimiento de uranio.
La actitud de la diplomacia iraní explica la cautela que muestra, por ejemplo, Alemania frente a las negociaciones. El canciller Joschka Fischer, reconoció su “cautela” y destacó que “las concesiones europeas se mantienen mientras continúe la suspensión voluntaria del enriquecimiento de uranio. Esta sería la “base de la negociación”, a partir de la cual se debe avanzar “paso a paso”, añadió.
Irán “no es una amenaza inminente”
Según declaraciones del director general de la OIEA, Mohamed el Baradei, al diario español El País, Irán “no representa una amenaza nuclear inminente”. Al mismo tiempo, la OIEA advierte de la “extrema inestabilidad” de Medio Oriente, sin gobiernos que se puedan definir como totalmente democráticos.
En este contexto la situación de Irán preocupa a la OIEA, aunque no sería comparable con la situación de Irak bajo Sadam Hussein. El Baradei no dice haber detectado la intención de Teherán de querer producir armas nucleares.
De momento, Irán sería un “país latente” en su capacidad bélica nuclear, aunque se estima que sus técnicos y científicos están cerca de lograr la capacidad nuclear, algo que en sí ya representa una capacidad disuasoria. Por lo tanto, el Baradei advierte que la renuncia definitiva de Irán al programa de enriquecimiento de uranio “es el punto más complicado”.
En este sentido, la negociación iniciada este lunes en Bruselas es sólo la punta del iceberg, y los aspectos económicos se presentan como ineludibles.
Europa apuesta a que la suspensión del enriquecimiento nuclear se convierta en permanente, una vez que gane en atractivo la oferta de negociar un acuerdo comercial y de asociación entre la Unión y la nación persa. Las conversaciones podrían retomarse a partir del mes de enero.