Conferencia de Seguridad de Múnich
31 de enero de 2014DW: Este año se celebra el 50 aniversario de la Conferencia de Seguridad de Múnich. ¿Cómo se conmemora la ocasión?
Wolfgang Ischinger: Hay tantos desafíos urgentes a principios de este 2014, que vamos a dedicar poco tiempo a la celebración de nuestro aniversario. De cualquier manera, tendremos tres eventos especiales: Primero, estoy muy feliz porque el presidente alemán, Joachim Gauck, aceptó mi invitación a abrir la conferencia.
Segundo, el sábado por la tarde tendremos un panel especial de aniversario, con participantes de la primera conferencia. Entre los asistentes estarán Helmut Schmidt y Henry Kissinger.
Y tercero, hace pocos días publicamos nuestro libro de aniversario “Hacia la seguridad mutua – Cincuenta años de la Conferencia de Seguridad de Múnich”. El libro contiene interesantes ensayos sobre su historia, los debates más importantes y los retos claves a los que se enfrenta la comunidad internacional hoy en día.
El grupo de autores es algo sin precedentes: Helmut Schmidt, Chuck Hegel, John Kerry, Frank-Walter Steinmeier, John McCain, Bill Cohen, Javier Solana, Sam Nunn, Igor Ivanov, Carl Bildt, Radek Sikorski y Anders Fogh Rasmussen son sólo algunas de las personalidades que contribuyeron en el tomo.
¿Cuáles considera que son los mayores logros de la conferencia en los últimos 50 años?
El mayor logro de la conferencia en sí es que se ha convertido en algo más atractivo para quienes toman decisiones y expertos de todo el mundo. El marco de seguridad ha cambiado en muchos aspectos y la Conferencia de Seguridad de Múnich se ha adaptado, adquiriendo incluso más importancia con los años.
Veo a la conferencia como plataforma para un diálogo abierto. También en tiempos de crisis intercambiamos opiniones en la conferencia e intentamos encontrar un común denominador. Por ejemplo, ante la invasión a Iraq o en la actualidad con las revelaciones sobre la NSA.
Iniciativas como la de “Reset Politik” en Estados Unidos, que llevaron al nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START II), se desarrollaron en Múnich.
Espero que este año podamos abrir un nuevo capítulo, por ejemplo, ofreciendo foros sobre el futuro de Serbia y Kosovo o sobre el conflicto del Medio Oriente.
Creo también que invitar reiteradamente al Gobierno iraní fue siempre importante, aunque sus contribuciones muchas veces fueron decepcionantes. En la diplomacia cada intento es valioso.
Este año hay muchos conflictos. ¿Pueden tratarse todos en una conferencia de tres días?
Sí, eso es verdad. Este año el reto es más grande que nunca. Nosotros siempre intentamoscombinar los temas más urgentes con cuestiones conceptuales que serán claves en el futuro.
Este año los temas principales son Siria, Irán y el conflicto palestino-israelí, así como la seguridad cibernética, especialmente sus dimensiones transatlánticas. La crisis en Ucrania también es muy importante. Además, debemos sacar adelante el debate de la integración europea.
El año pasado el Papa Francisco opinó repetidamente sobre asuntos políticos. No sólo le interesan los intereses de la Iglesia, sino también temas económicos. ¿Invitaría al Papa a Múnich?
Estoy seguro de que la participación del Papa sería una fuerte señal de paz y seguridad para el mundo. Él tiene la capacidad de hacer llegar las preocupaciones del mundo a una plataforma internacional.
Y tiene razón cuando dice que estamos muy lejos del fin de la historia, puesto que las condiciones para un mundo sustentable y pacífico aún no han sido adecuadamente articuladas. Por eso mismo, el Papa es más que bienvenido para discutir dichas condiciones en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Wolfgang Ischinger ha sido jefe de la Conferencia de Seguridad de Múnich desde el 2008. Antes de ello trabajó del 2006 al 2008 como embajador de Alemania en Londres y como embajador en Estados Unidos del 2001 al 2006.