Israel: ni caos ni pánico, a pesar de grave estado de Sharón
8 de enero de 2006Luego de una sesión de gabinete el domingo en Jerusalén, Olmert dijo "vivimos con la mirada puesta en el hospital" (donde se halla Ariel Sharón en estado de coma artificial) y "esperamos buenas noticias que nos deparen una gran alegría".
Luego anunció que no respondería a preguntas de los periodistas y siguió hablando del crecimiento económico del país, al que calificó de muy satisfactorio, y de las perspectivas presupuestarias para el año próximo.
Mensaje político: ni pánico ni caos
Para analistas políticos alemanes, el mensaje de Olmert es claro: en Israel no ha irrumpido el pánico ni existe caos. Por el contrario, las actividades de gobierno continúan como siempre, más allá del estado de salud de Ariel Sharón.
El equipo que atiende a Sharón en el Hospital Hadassa de Jerusalén examinó la mañana del domingo una última tomografía de su cerebro y, según fuentes médicas, si bien el estado de Sharón sigue siendo grave, la situación es estable, algo de lo que ya informaba un parte médico que, incluso, indicaba una 'leve mejoría'.
De acuerdo con un portavoz del hospital, Sharón será sacado del coma artificial el lunes.
"Trabajar por la estabilidad y seguridad del país"
Ehud Olmert exhortó a los miembros del gabinete a "trabajar por la estabilidad y seguridad del país en ausencia del jefe del Gobierno, Ariel Sharón, quien se debate entra la vida y la muerte".
'Seguiremos con nuestras tareas a fin de mantener la estabilidad, garantizar la seguridad de la ciudadanía y proseguir con el desarrollo económico del país, tal como lo habría hecho él', añadió.
'La democracia israelí es fuerte y todos los sistemas funcionan normalmente, de forma seria y responsable, como debe ser, y así seguirá', indicó Olmert a los ministros del Gabinete.
El director de la oficina del primer ministro, Ilan Cohen, declaró que Sharón 'está vivo, lucha por su salud, es todavía el jefe del Gobierno, tiene un suplente, este país debe seguir'.
Olmert, como Sharón, ha quedado al frente de un Gobierno en el que militan ministros de dos partidos rivales, el Kadima, fundado por el jefe del Gobierno, y los del derechista Likud, entre ellos el de Exteriores, Silván Shalom, quien dijo hoy que sus colegas respaldarán la gestión del primer ministro en funciones.
Shalom confirmó además que los cuatro ministros del Likud -del que Sharón se escindió hace más de dos meses- seguirán en el Gobierno. El nuevo líder del bloque, Benjamín Netanyahu, les había conminado a alejarse del Gabinete Nacional poco antes de que enfermase Sharón.
La cuestión del voto palestino en Jerusalén
Uno de los primeros asuntos que tendrá que afrontar el Gobierno será si admitirá, o no, la instalación de colegios electorales dentro del perímetro municipal de Jerusalén para los comicios legislativos palestinos del próximo día 25.
Para esta próxima semana eran esperados dos emisarios de Estados Unidos, Eliott Abrams, consejero de Seguridad Nacional, y David Welch, subsecretario de Estado para Medio Oriente, a fin de debatir la celebración de las elecciones palestinas en Jerusalén.
También son esperados para esta semana próxima varios ministros de Exteriores de la UE, entre ellos el español Miguel Angel Moratinos.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP), que preside Mahmud Abás, puede condicionar la celebración de esos comicios, o su aplazamiento, a la decisión de Israel. Estados Unidos y la Unión Europea instaban al primer ministro Sharón a autorizarlo.
El ministro de Exteriores, Shalom, dijo esta semana que Israel no permitirá a los palestinos de Jerusalén emitir su voto dentro de la ciudad, para los israelíes su 'capital indivisible y eterna'.
Shalom explicó la negativa con el argumento de que en esas elecciones parlamentarias participarán por primera vez candidatos del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), que niega la
legitimidad del Estado israelí y mantiene en pie su milicia.
Además de Shalom, también el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, presentó su informe sobre asuntos de seguridad, como es habitual.