Je t´aime, je ne t'aime plus
24 de enero de 2006L'Union, de París: "43 años después de la firma del Tratado de Versalles las relaciones franco-germanas son estables, sin embargo han cambiado radicalmente tanto en forma como en contenido. El presidente Jacques Chirac parece encontrarse en una posición de debilidad frente a la canciller alemana. No existe entre ambos un entendimiento real, Chirac parece huérfano de Gerhard Schröder. Angela Merkel no dio el brazo a torcer frente a la presión del Palacio del Elíseo en temas políticos y confirma su imagen de mujer enérgica y jefa, sin perder su sonrisa un tanto obligada."
Los sentimientos cambian
Corriere della Sera, de Roma: "Estábamos acostumbrados a abrazos y una relación cariñosa entre Chirac y Schröder, señal de acuerdo total y una verdadera amistad. Cierto es que la atmósfera en el Palacio de Versalles ayuda a alegrar los corazones, pero resulta evidente que el "feeling" entre la nueva canciller alemana y el presidente francés no es el mismo y que las diferencias entre París y Berlín, en lo referente a algunos temas europeos, persisten. Una cuestión del estilo, una cuestión generacional y de peso político (Merkel a penas llega, Chirac está por irse) (...).
Aún así sería precipitado hablar del fin del idilio franco-germano o de un cambio de rumbo repentino en estas relaciones que resultan tan importantes para la política europea."
Como una cama fría
Handelsblatt, de Düsseldorf: "Alemania se esfuerza por lograr consenso con Rusia y China en la crisis desatada por el controvertido programa nuclear de Irán. El presidente francés, Jacques Chirac, por su parte ha creado repulsa entre la opinión pública y muchos naciones con sus confusas declaraciones sobre un posible ataque nuclear. París presiona desde hace meses a la Unión Europea con la demanda de otorgarle una regulación especial en el ámbito del impuesto al valor agregado, una demanda que Berlín ha rechazado y que sólo tolera por respeto a su socio. (...) Los medios franceses hablan sobre desacuerdos entre la pareja franco-germana e incluso asumen el vocabulario de un asesor de parejas y afirman que "el matrimonio no ha fracasado pero que la `couple franco-allemand´ padece problemas de abstención".
Impulsa el hambre nuclear
Nepszabadsag, de Budapest: "¿Puede afirmarse que la defensa del estadista galo de la utilización disuasoria de las armas nucleares contra aquellos que han expresado intenciones de desarrollar una bomba nuclear hayan surtido efecto? La respuesta la dará el tiempo. Las reacciones de Teherán y de Pyongyang no parecen, sin embargo, demostrar que las palabras de Chirac hayan alarmado a sus líderes. Muy al contrario, posiblemente lo único que ha logrado es despertar aún más su apetito nuclear."