Jochen Hippler: "La resolución de la ONU sobre Siria es un gran éxito"
28 de septiembre de 2013DW: La ONU ha tomado finalmente una resolución sobre Siria. ¿Hasta qué punto le parece que puede resultar efectiva?
Jochen Hippler: Creo que se trata de un gran éxito. Pero, probablemente, a lo largo del proceso de destrucción de armas químicas, que va a durar meses, se producirán retrasos. Eso dependerá de si Estados Unidos, Rusia y el Consejo de Seguridad son capaces de llegar a nuevos consensos. En lo concerniente a las armas químicas, estamos ante un paso muy importante.
¿Cómo valora usted el hecho de que no se produzca automáticamente un ataque a Siria en caso de que no cumpla con la resolución de la ONU?
Después de la experiencia que Rusia tuvo con Libia, eso era algo inevitable. En aquel momento, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución para proteger a la población civil. La OTAN fue mucho más lejos: dilató la resolución hasta la caída del régimen. Estaba claro que Rusia no quería extender de nuevo un cheque en blanco de ese calibre. En caso de que el régimen sirio incumpla, el Consejo de Seguridad de la ONU deberá adoptar una nueva resolución. Sin embargo, eso me parece un positivo, ya que en el pasado hubo tendencia a extender cheques en blanco a ciertas coaliciones de la ONU y después la organización perdió influencia. Siempre he tenido la sensación de que el Consejo de Seguridad de la ONU ha auto restringido siempre su papel. En ese sentido, esa formulación me parece bastante sensata.
¿Existe el riesgo de que Assad utilice una táctica dilatoria?
Ciertamente, ese peligro existe. Pero si se constata que el dictador sirio trata de ganar tiempo y que el cumplimiento de la resolución de la ONU pasa a un segundo plano, es importante que Rusia, EE.UU. y el Consejo de Seguridad de la ONU apelen al Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas para utilizar medidas coercitivas. Es mejor comenzar el proceso ahora y tener en cuenta cuál puede ser el segundo paso, que no haber llegado a ningún acuerdo y que las armas químicas continúen en Siria.
El Gobierno ruso se reserva la posibilidad de vetar un posible ataque militar sobre Siria. ¿No convierte esto la resolución en algo inofensivo?
De momento, no. Para el régimen sirio, resulta algo humillante. Quisiera recordar que el ministro de Exteriores sirio viajó hace algún tiempo a Moscú para hablar sobre la crisis con su homólogo ruso. Una vez allí, se le envió a su hotel sin informarle del estado de las negociaciones entre Washington y Moscú. Se le convocó al día siguiente para ponerle al corriente, pero sin involucrarle en las conversaciones. Cuando se le puso frente a la prensa internacional, apenas pudo balbucear "sí", sin saber muy bien lo que acababan de decidir las grandes potencias. Hay que reconocer que Rusia ha dejado meridianamente claro a sus aliados sirios quién tiene poder de decisión y quién no. Si Assad trata de ganar tiempo, es cuestión de hablar con Rusia para que presione a Siria.
¿Hay mejores perspectivas para que se inicie un segundo proceso de paz sobre Siria en Ginebra?
No. Me parece que no hay conexión entre ambas cuestiones. En los dos últimos años y medio, las posibilidades de que funcione un proceso de paz para Siria han naufragado. Entre otras razones, porque ni la oposición ni los rebeldes han conseguido ponerse de acuerdo. Mientras tanto, han surgido cientos de grupos autónomos, algunos de ellos con objetivos extremistas y terroristas, incluso cercanos a Al Qaeda. Otros solo quieren saquear y hacer dinero. Por otra parte, la internacionalización del conflicto ha aumentado de manera espectacular, por ejemplo con la milicia libanesa Hezbolá. Por lo tanto, el poder de negociación es cada vez más reducido, debido a que el número de grupos armados ha aumentado de forma exponencial.
En la resolución queda claro que el uso de armas químicas "es una amenaza para la paz y la seguridad mundiales". ¿Qué implicaciones tiene está frase?
Esa formulación deja abierta la posibilidad de apelar al Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas. Ello significa el uso de la fuerza, incluyendo la coerción militar o económica. Pero eso se produciría solo en caso de que exista una amenaza contra la paz y la seguridad mundiales. Incluir esta frase implica señalar que el uso de gas venenoso contempla este delito y, por lo tanto, permite la aplicación del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas. Se trata, sin duda, de algo muy positivo.
Jochen Hippler es politólogo e investigador en el Instituto para la Paz y el Desarrollo en la Universidad de Duisburg-Essen. Está especializado en Oriente Próximo.