Partidos decisivos en la Champions League
25 de noviembre de 2013Esta semana los clubes alemanes definirán su suerte en la Champions League, donde de cuatro representantes de la Bundesliga solo uno, el Bayern, ha conseguido asegurar su tiquete a los octavos de final. Para el Dortmund, el Schalke y el Leverkusen, la penúltima jornada de la fase de grupos será muy importante: todos ellos deberán obtener buenos resultados en sus partidos si quieren avanzar a la siguiente ronda.
De capa caída
El actual subcampeón de la competencia jugará este martes (26 de noviembre) contra el Nápoles atravesando uno de sus peores momentos del pasado reciente. Tras perder en su propio estadio por un contundente 0-3 el fin de semana contra su máximo enemigo, el Bayern, el Dortmund parece que se despidió de la carrera por el título de la Bundesliga pues ahora los de Múnich le ha tomado una ventaja de siete puntos.
La moral en Dortmund está por el piso: en el torneo local las cosas no marchan, y en la Champions League el panorama no luce mejor. La derrota 0-1 en casa ante el Arsenal en la jornada pasada de la competencia europea lo dejó con apenas seis puntos en la clasificación, a tres de su rival de turno, el Nápolés de Italia, al que le bastará un empate para eliminarlo. Los alemanes están urgidos de un triunfo.
La necesidad del Dortmund colisiona con la emergencia que sufre por las sensibles bajas en el equipo. Los dos centrales titulares (Mats Hummels y Neven Subotic) están lesionados, al igual que el lateral derecho (Marcel Schmelzer). Así las cosas, el club ya se ha preparado anímicamente para continuar la temporada internacional en la Liga de Europa, lo que según dijo el gerente del Dortmund, Hans-Joachim Watzke, “no sería algo grave, al fin y al cabo no estamos tan locos como para creer que cada año vamos a poder marchar a nuestro antojo hasta la final de la Champions League”.
Un pie adentro, y otro afuera
En el grupo E la situación del Schalke se ve menos preocupante que la del Dortmund, pero no por ello es más estable. El club alemán, que es segundo en la clasificación, recibe en Gelsenkirchen al Estrella de Bucarest, un rival al que ya derrotó cómodamente en el primer partido de esta fase de la Champions League que, además, está casi eliminado.
Pero el riesgo del Schalke es que una derrota suya resucite las aspiraciones rumanas de pasar a la siguiente fase de la competencia. Si a ello se le suma la posibilidad de que el FC Basilea de Suiza, apenas un punto por debajo de los alemanes, obtenga un positivo resultado en su patio ante el Chelsea ingles, las decisiones se postergarían hasta la fecha de cierre de la fase de grupos, el 11 de diciembre.
El Schalke viene de perder sus dos más recientes partidos de la Champions League, ambos contra el Chelsea, ambos por el mismo marcador (0-3). El equipo alemán ha dejado al descubierto que su zona más frágil es la defensa, y no solo internacionalmente, también en la Bundesliga, donde ha encajado 26 goles en apenas 13 fechas. Con ese promedio de dos goles en contra por juego nadie se atreve a dar por seguro su paso a la siguiente fase del torneo europeo.
El futuro en sus manos
Un empate ante una potencia del fútbol internacional como el Manchester United podría ser considerado en otras circunstancias un buen resultado. El Leverkusen, sin embargo, necesita ganarle a los ingleses para poder garantizar su ingreso al cuadro de los mejores 16 equipos de Europa. En caso contrario su suerte dependerá de lo que pase con el Shakhtar Dontsk de Ucrania en las dos jornadas de cierre de la fase de grupos.
Leverkusen, pese a que tendrá que prescindir de una de sus estrellas, el mediocampista ofensivo Sidney Sam, recibirá a su rival de turno lleno de confianza gracias a que actualmente es el segundo mejor equipo de la Bundesliga, detrás del Bayern, y a que su mejor atacante, Stefan Kiessling , atraviesa un excelente momento y a punta de goles está defendiendo su título como máximo anotador de Alemania que obtuvo la temporada pasada.
El Bayern, por su parte, viaja a Moscú ya clasificado a los octavos de final de la Champions League, con el objetivo de cumplir una misión ante el CSKA: defender el primer lugar del grupo D. Así evitará en el sorteo de los próximos enfrentamientos a los ganadores de los otros grupos, usualmente los equipos más fuertes del momento.