José Mujica: “Necesitamos una gobernanza mundial“
24 de junio de 2016“Cómo puede haber una llave de 35 mil dólares para un automóvil, o gente que pague 10 mil dólares por una botella de vino de tres cuartos de litro“, cuestionó Mujica al ejemplificar lo que llamó la “civilización del despilfarro“ en los países ricos. Mujica señaló que éstos países “no han entendido que el problema no es que los refugiados vengan acá, sino que hay que ir para allá y sacarlos de la pobreza. Necesitamos una gobernanza mundial".
Con esta crítica a la asimetría económico-social existente en el mundo, el actual senador del partido de izquierda Frente Amplio, de Uruguay, abrió el congreso anual de la Asociación Alemana de Estudios Latinoamericanos (ADLAF), en Berlín, que debatirá durante tres días en torno a la violencia y la desigualdad en América Latina, que siguen siendo un desafío para sus sociedades y que rebasan las fronteras nacionales y regionales.
Aludiendo a la crisis migratoria que presiona a Europa, Mujica destacó que los migrantes no quieren ir al sur. Prefieren ir al norte, en donde piensan que está la mesa servida. “Son migrantes pobres con internet y teléfono y ustedes los tratan bárbaro, con un sentido muy abierto y respetuoso, y ellos lo saben“, dijo Mujica.
Plan Marshal para enfrentar la desigualdad
Después de pronosticar que Europa se volverá “café con leche“, Mujica destacó que sería necesario un Plan Marshall para enfrentar la desigualdad existente, pero reconoció que es difícil que tenga lugar ahora. “El Plan Marshal no tuvo lugar por la bonhomía de Estados Unidos, sino porque estaba a la vista el peligro rojo“, dijo aludiendo a la amenaza del comunismo que impulsó a Estados Unidos a lanzar un programa para la reconstrucción de Europa.
En Centroamérica, “una región que es corredor de las drogas, que vomita niños por los niveles de violencia. Ahí los migrantes quieren ir a Estados Unidos, a como de lugar, aunque sea para limpiar baños". Mujica advirtió sobre las ganancias fabulosas del narcotráfico y la criminalidad, en donde ya no hay códigos. “Es o plomo o plata“.
Ante un auditorio repleto en la sede de la Fundación Friedrich Ebert, en Berlín, el expresidente, que pasó a la historia de Uruguay por despenalizar el aborto, permitir el matrimonio homosexual y regularizar la venta de marihuana a través del Estado recordó los logros de un presidente que gobernó Uruguay.
Sin revelar su nombre, dijo que en 1908 autorizó el divorcio por la sola voluntad de la mujer. En vez de aplicar la ley seca, cedió al Estado el monopolio de la producción de alcohol –lo que se sostuvo durante 50 años- abolió el toreo, permitió la enseñaza para las mujeres, y hasta instrumentó la legalización de la prostitución. “Nos dejó el país más laico de América Latina“, subrayó Mujica.
América Latina, la región que peor reparte
“No debe asombrar que Uruguay siempre haya sido el país en la región que ha repartido mejor la riqueza. Pero como América Latina es la región que peor reparte, Uruguay es un campeón de cuarta“. Al hacer una reflexión sobre las raíces de la desigualdad en América Latina, Mujica recordó la herencia de las potencias coloniales que repartieron la tierra feudalmente: “No le hecho la culpa a España y Portugal; es cuestión de historia. El primer reparto no fue equitativo, fue feudal, aristocrático, mientras que el reparto inglés produjo una clase media de consumo".
“En América Latina ha habido una concentración brutal y un gigantesco pobrerío. Es natural que nuestras venas estuvieran abiertas. La desigualdad y la concentración de la riqueza son endémicas en una región que vende materia prima y compra manufacturas", señaló el expresidente uruguayo.
Mujica comenzó su intervención recordando que tendría que estar en La Habana, adonde lo invitaron sus compañeros de antaño. Mujica fue invitado por el presidente Colombiano, Juan Manuel Santos, a asistir al acto oficial en donde se darán a conocer los detalles del acuerdo de cese del fuego bilateral definitivo entre las FARC y el Gobierno colombiano.