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Juan Pablo II: figura de contrastes

4 de abril de 2005

La prensa alemana destaca, en sus múltiples comentarios dedicados al Pontífice, el contraste entre su apertura a otras religiones y su conservadurismo interno, y los desafíos que aguardan a la Iglesia.

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Una de las múltiples facetas del Papa: su amor por las montañas.Imagen: AP

Die Welt, de Berlín, apunta: "Con el Papa se ha ido una de las grandes figuras del siglo. El predicador de una civilización del amor. Un hombre de diálogo, que se propuso sentar las relaciones con el Judaísmo sobre una nueva base, una tarea que -considerando los pecados cometidos también por su Iglesia- excede las capacidades de un individuo y un pontificado. Los alemanes comparten un recuerdo muy especial de este Pontífice. El "¡No teman!" que pronunció tras su elección, en octubre de 1978, fue uno de los factores que abatió al sistema comunista. Él fue, en realidad, quien derribó muros. (...) No todos, ni siquiera todos los miembros de su Iglesia, aplaudieron cada declaración de este Papa en forma irrestricta. Karol Wojtyla fue un hombre de contrastes: hacia afuera, un luchador por los derechos humanos y hacia adentro, un intransigente defensor de lo que consideraba la verdad."

Conservador y liberal

La edición alemana del Financial Times opina: "Prácticamente todos tienen una opinión sobre el jefe de la Iglesia Católica. (...) Una idea extendida es que fue un archiconservador. Al fin y al cabo, prohibió a los obispos alemanes, contra su voluntad, mantener centros de asesoría para mujeres con intenciones de abortar. Y se pronunció contra el uso de condones en un África aquejada por el SIDA. El Papa Juan Pablo II fue ciertamente un conservador en temas internos de la Iglesia, lo que también se reflejó en su amplio apoyo a la semi-secta reaccionaria Opus Dei. Pero se ha subestimado el hecho de que también fue un líder que se destacó por un liberalismo sin precedentes en su cargo en lo tocante al trato con otras confesiones. (...) Juan Pablo II buscó la reconciliación con las demás religiones, abriéndose a ellas como ningún Papa anterior."

¿Concilio Vaticano III?

El Frankfurter Rundschau, de Francfort del Meno, comenta: "Lo determinante es un asunto que durante el pontificado de Juan Pablo II pasó a segundo plano: ¿qué quiere la Iglesia a nivel mundial, qué quieren los mil millones de católicos, sus obispos y cardenales? El próximo Papa no podrá tener la grandeza histórica de Juan Pablo II. Pero podría intentar volver a fomentar el diálogo entre los católicos y entre la Iglesia Católica y el mundo. Quizá su sucesor tenga algo que Karol Wojtyla no tuvo: el valor de convocar a un tercer Concilio Vaticano. Eso sería una sorpresa."

La Iglesia del Tercer Mundo

El Handelsblatt, de Düsseldorf, destaca: "El Vicario de Cristo representa a más de una sexta parte de la población mundial. La tendencia es ascendente, ya que la población crece especialmente en lugares donde el catolicismo es fuerte: en Latinoamérica, Asia y África. La fuerza del liderazgo religioso, precisamente en países con población joven y en notable aumento, quedó más que de manifiesto recientemente en el caso de los países musulmanes del Cercano y Medio Oriente. La Iglesia Católica del futuro se convertirá en la abogada de los países en vías de desarrollo, cuya población en algunos casos se triplicará hasta el 2050. Equilibrar los intereses entre los países subdesarrollados y los industrializados será un cometido central de las próximas décadas y, al mismo tiempo, la principal condición para el resguardo de la paz."