Juegos Olímpicos: batalla por las medallas y los derechos
29 de julio de 2021Como todos los atletas de los Juegos Olímpicos de Tokio, el esgrimista alemán Max Hartung se ve afectado por las estrictas restricciones por la pandemia. El ambiente único del mayor evento deportivo del globo, el encuentro mundial entre atletas, solo es posible de forma muy limitada en los Juegos de Tokio.
¿De qué tratan los mensajes políticos de los atletas? Hay mucho por debatir: por ejemplo, las futbolistas australianas sostienen una bandera aborigen para llamar la atención sobre la situación de las minorías. O las gimnastas alemanas llevan trajes de cuerpo entero para protestar contra la sexualización. Están las futbolistas que se arrodillan antes del inicio del partido para apoyar el movimiento Black Lives Matter. La capitana alemana de hockey lleva calcetines arco iris como mensaje contra la discriminación.
"Me parece estupendo que los deportistas, como actores sociales, utilicen su escenario y su alcance para mejorar la convivencia y así influir sobre todo en los jóvenes", explica Max Hartung a DW un día después de su última competición en los Juegos Olímpicos. "Hay más debate, y eso se traslada también al deporte", afirma Hartung. El cuatro veces campeón de Europa, del mundo y tres veces participante olímpico cofundó el grupo de interés de los atletas "Athletes Germany".
Al final, la presión sobre el COI fue tan alta que modificó ligeramente la cuestionada Regla 50 de la Carta Olímpica y permite ahora a los atletas expresar algunas de sus opiniones en los Juegos Olímpicos, bajo ciertas condiciones.
Los atletas apenas tienen derechos durante los Juegos Olímpicos. Los que quieran participar tienen que inscribirse y, por tanto, cumplir las normas del Comité Olímpico Internacional. Sin embargo, estas sirven más para mantener su propio poder y beneficio que para resguardar los intereses de los deportistas.
Durante los Juegos, el COI y las federaciones olímpicas nacionales se enfrentan ahora a otra cuestión: la salud mental de los protagonistas olímpicos. La gimnasta Simone Biles se retiró de la final por equipos de gimnasia por encontrarse mal mentalmente. La tenista Naomi Osaka también justificó su retirada en la tercera ronda por la enorme presión a la que estaba sometida. El nadador Michael Phelps, el más exitoso de los deportistas olímpicos, habló largo y tendido sobre su depresión tras el fin de su carrera.
"Esto no se ha tematizado en el comité de atletas", dice Hartung. Lo que no significa que los atletas alemanes no tengan estos problemas. "Podemos actuar mejor cuando los deportistas vienen a hablar con nosotros". Muchos deportistas ni siquiera son conscientes de los derechos que tienen, como el derecho a la salud física y mental. "Tenemos que concienciarlos".
La salud mental, ¿un tema que preocupa a las federaciones deportivas?
"Las primas de las federaciones y patrocinadores no se deberían pagar a los atletas según el principio de todo o nada", pide Hartung. La presión financiera que sienten los atletas menos conocidos en disciplinas marginales es grande. Además, exige que no se interrumpa el patrocinio y la ayuda económica a las madres gestantes. Pide que a los deportistas se les ofrezcan perspectivas de carrera. Que puedan entrenar y actuar en un espacio protegido. Afirma que tienen derecho a recibir apoyo psicológico. "Yo mismo he hecho uso de esto", cuenta.
El COI también debería tener interés en reforzar la salud mental de los atletas. Los atletas enfermos no son buenos embajadores. Por eso es muy importante el debate y la eliminación de los tabúes.
(jov/er)