Juegos transatlánticos
18 de diciembre de 2009Liberation, de París: "Los retos que debe imponerse corresponden a las expectativas que él mismo creó: si Barack Obama desea ser visto como líder del mundo libre, es imprescindible que conduzca el tránsito hacia un planeta verde. Afortunadamente, Obama ha roto con el egoísmo imperial que su antecesor practicó con tanta desvergüenza. Obama es promotor del multilateralismo y, con ello, despierta la esperanza de que renazca una cooperación abierta y eficiente. Ahora, este hermoso ideal debe transformarse en hechos concretos.”
Cambio de ánimo
La Republicca, de Roma: “Aún falta la aprobación de los dos protagonistas en materia de contaminación ambiental: Estados Unidos y China. Sin embargo, las declaraciones de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, acerca de ayudas financieras, han cambiado el ánimo imperante. Ahora comienza la cuenta regresiva del último día de la cumbre y las esperanzas quedan depositadas en Barack Obama. Aún es posible llegar a un acuerdo.”
Juegos transatlánticos
En Viena, Die Presse: “No hay nada nuevo en los juegos transatlánticos de poder. Estados Unidos y Europa se disputan desde hace mucho tiempo el liderazgo mundial y se tiran de los cabellos una y otra vez. En la mayoría de los casos, es Estados Unidos el que tiene las mejores cartas sobre la mesa. Sin embargo, en cuestiones de medioambiente son los europeos los que están a la vanguardia. En ninguna otra parte del mundo existe un sistema comercial con certificados de emisiones de gases contaminantes, ni un catálogo de metas vinculantes para cuando caduque el Protocolo de Kyoto. Ningún otro espacio económico ha cumplido con los términos del mencionado documento. Pero vino el frenazo. Las consecuencias pueden verse hoy en Copenhague. Bajo la dirección de la Unión Europea, la cumbre climática se encuentra al borde del fracaso. Y es entonces cuando Estados Unidos vuelve a aparecer como salvador. A ritmo imparable hablaron Al Gore, John Kerry y Hillary Clinton; según todo indica, hoy hará lo propio Barack Obama. La Unión Europea no tiene qué ofrecer ante esta constelación.”
Clima y economía
En Düsseldorf, Alemania, el Westdeutsche Zeitung: “En Copenhague se trataba de salvar al mundo. Éste no sólo era el plan del presidente danés, sino también constituía el tenor político en muchas capitales del mundo. Pero ni la palabrería ni las conspiraciones pudieron anular la realidad. Quien observa el juego de cartas de Copenhague, debe reconocer que el clima es sólo el pretexto para el encuentro mundial. En los hechos, es el choque de intereses económicos el que determina el curso de la cumbre.”
Editora: Cristina Papaleo