Junta birmana aumenta represión y la ONU lanza advertencia
14 de febrero de 2021Las fuerzas de seguridad birmanas están aplicando mano dura contra los miles de manifestantes que se congregaron este domingo (14.02.2021) en distintos lugares del país, mientras que el Ejército desplegó tropas y cortó casi por completo el acceso a internet, en un recrudecimiento de la represión contra los movimientos de protesta que se oponen al golpe de Estado perpetrado por las Fuerzas Armadas.
En Rangún, la capital económica, se informó de la presencia de tanques en las calles, mientras que en Myityina, en el norte de Birmania, la policía disparó contra los civiles que protestaban. "Primero lanzaron gases lacrimógenos y luego dispararon", declaró a la agencia de noticias AFP una periodista, quien no pudo precisar si usaron balas reales o de goma.
La tensa situación llevó a los embajadores de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y Reino Unido en el país a instar al Ejército a "no recurrir a la violencia”, en una declaración conjunta. Las autoridades, en tanto, suspendieron leyes de protección a la seguridad y privacidad de los ciudadanos, lo que permitirá a la policía interrumpir las comunicaciones y pedir los datos de las personas a las operadoras de internet.
ONU lanza advertencia
Los paros de desobediencia civil, que comenzaron los funcionarios de la salud, han sido secundados por los trabajadores ferroviarios que han dejado sin servicio la estación de tren de Rangún. En la ciudad de Mandalay, monjes del prestigioso monasterio Mya Taung se unieron a las movilizaciones contra la junta, informó el medio Myanmar Now.
Además de en las calles, las movilizaciones contra el golpe también se llevan a cabo en las redes sociales, a pesar de la orden de la junta militar de bloquear Facebook y Twitter, lo que muchos están sorteando gracias a programas VPN, que permiten acceder a internet a través de servidores fuera del país.
La ONU advirtió que los jefes de la junta militar serán "considerados responsables" de la violencia en Birmania. Tom Andrews, relator de Naciones Unidas para ese país, aseguró que lo que está pasando "es como si los generales hubieran declarado la guerra al pueblo birmano”. El golpe del 1 de febrero derrocó al gobierno de Aung San Suu Kyi y puso fin a una frágil transición democrática de 10 años.
DZC (EFE, AFP)