Jóvenes sirios encuentran libertad en el “parkour”
Saltar sobre techos bombardeados y cruzar a través de marcos de ventanas dañadas: un grupo de adolescentes corren y practican “parkour” en edificios abandonados en la golpeada ciudad siria de Inkhil.
Usando la guerra para su deporte
Los entrenadores de “parkour” Ibrahim al-Kadiri y Muhannad al-Kadiri demuestran sus habilidades en medio de edificios dañados en Inkhil, al oeste de Daraa, en Siria. Ibrahim descubrió el “parkour” en Jordania, donde había huido para escapar de la guerra. Ahora lidera un grupo de 15 personas que hacen de la necesidad una virtud al utilizar edificios bombardeados o tanques para su deporte.
Escapando de la guerra
Ibrahim Eid demuestra sus habilidades de “parkour” frente a un edificio dañado en la ciudad de Inkhil, controlada por los rebeldes. El "parkour", que fue reconocido oficialmente como un deporte en Gran Bretaña, se desarrolló en Francia en la década de 1980 y ha ganado popularidad a través de los años.
Talento artístico
Inkhil se encuentra cerca de una línea de frente entre rebeldes y fuerzas progubernamentales en un área que ha sido sometida a ataques aéreos y bombardeos durante el conflicto. Viviendo en una zona de crisis, los jóvenes dicen encontrar un escape en el “parkour”, que implica escalar y correr sobre edificios y otros objetos.
Olvidar "la pena y el dolor"
El entrenador de “parkour”, Ibrahim al-Kadiri, bebe té con sus amigos. El grupo lleva practicando “parkour” por dos años, a menudo en patios escolares y en días tranquilos, cuando no hay enfrentamientos en la zona. "El ‘parkour’ nos saca de la atmósfera de guerra y nos hace olvidar, en parte, de nuestra pena y de nuestro dolor", explica Kadiri.
Vida diaria aparte del “parkour”
El entrenador de “parkour” Ibrahim al-Kadiri trabaja en la tienda de su padre. Al principio, las familias de Inkhil se opusieron al deporte que consideraban peligroso. Cuando se dieron cuenta de que sus hijos no escuchaban y seguían entrenando, adquiriendo nuevas habilidades, cambiaron sus puntos de vista sobre el deporte y empezaron a animarlos.
Activos en las redes sociales
Los adolescentes se filman y se fotografían entre sí para cargar las imágenes en Facebook, logrando, incluso, cierta audiencia. "El ‘parkour’ es emocionante y depende de la aptitud física y la habilidad", dice el espectador Ayman durante una sesión de entrenamiento. "Pero es peligroso, sobre todo porque lo intentan en zonas dañadas".
Las lesiones son frecuentes entre el grupo
Los miembros del grupo dicen que el “parkour” los aleja de la atmósfera de guerra y les ayuda a quitar sus penas. Descarga su energía negativa. Pero los saltos del “parkour” pueden ser peligrosos: varios miembros del grupo han sufrido de dedos rotos y moretones. Un joven incluso se torció el cuello una vez durante el entrenamiento.
Entrenamiento en días de tranquilidad
Muhannad al-Kadiri, de 18 años, describe su pasión: "Cuando salgo de un lugar alto me siento libre y disfruto de ello. Me encanta competir con mis amigos para ver quién puede alcanzar el salto más alto".