Löw contra Maradona: más que un espectáculo
2 de marzo de 2010El entrenador y los jugadores alemanes procuran darle al enfrentamiento un bajo perfil: “Es un amistoso entre dos grandes selecciones” es el rótulo que se le ha querido poner al último partido que se jugará antes de emprender la preparación en serio del Mundial.
Lo que nadie puede ocultar es que el trasfondo es más complicado de lo que se está dispuesto a reconocer, tanto en lo deportivo, como en el ambiente que rodeará a la selección antes de emprender el viaje a Sudáfrica.
Lecciones del pasado
Durante los días precedentes al duelo contra Argentina la prensa no ha parado de remitirse a la historia reciente de la selección alemana, en especial a la amarga derrota (4-1) sufrida hace exactamente 4 años (1 de marzo del 2006) frente a Italia en Florencia.
El resultado desencadenó en aquel entonces una crítica polémica en torno al equipo nacional y el entrenador Jürgen Klinsmann, que la acompañó hasta el segundo partido (contra Polonia) en el Mundial del 2006.
Tanto Philipp Lahm, como el entrenador Joachim Löw, han aceptado públicamente que una derrota ante Argentina –jugando en casa- no contribuirá positivamente a la preparación del torneo en tierras africanas.
“Queremos tener éxito para que reine la calma antes del Mundial; para nosotros, pero también para Argentina, es importante ganar pues sólo así tendremos la tranquilidad necesaria para hacer nuestro trabajo”, dijo el defensor.
Löw, por su parte, anunció que “el partido contra Argentina es una prueba que nos tomamos muy en serio, será un partido espectacular en el que presiento que nosotros venceremos. La situación hoy es distinta a la de hace cuatro años y por ello hay que pensar más en el presente; saldremos a ganar”.
El cuerpo técnico ha demostrado que ha aprendido del pasado, por eso no sólo saldrá a buscar un triunfo, también despejó -previo al partido contra Argentina- una duda que se convirtió en un tormento hace cuatro años, cuando Jens Lehmann y Oliver Kahn disputaban la posición como arquero titular sin recibir una confirmación.
En esta ocasión se decidió que Rene Adler, portero del Leverkusen, sea el número uno; él defenderá la puerta de Alemania en Sudáfrica y, por consiguiente, es el primer puesto garantizado en el seleccionado.
Interrogantes deportivas
En Múnich, Alemania tendrá la última oportunidad de probar variantes en su formación antes de formular la lista definitiva de jugadores que integrarán la nómina que defenderá el uniforme nacional en el máximo torneo del fútbol internacional.
La revista especializada Kicker habla de una selección “en obra negra”, algo que Löw categóricamente desestima, mostrándose extrañado de que se hable así de su equipo: “Cumplimos una muy buena clasificación, hubo partidos como contra Rusia donde nuestra presentación fue impecable; estamos desarrollándonos y progresando con nuevos jugadores, talentos jóvenes que queremos integrar a la selección”, dijo. El capitán, Michael Ballack, acudió a su respaldo y aseguró que “no tiene nada de malo rejuvenecer al equipo, muy por el contrario”.
Lo cierto es que –con excepción del portero- en todas las líneas hay dudas sobre cómo y con quién jugar. En la defensa están fijos el central Per Mertesacker y el lateral Philipp Lahm, pero aún no se sabe quién será el socio del primero (¿Serdar Tasci, Arne Friedrich o el lesionado Heiko Westermann?) ni por qué banda jugará el segundo (¿derecha?, ¿izquierda) o a quién se enviará a la opuesta (¿Jerome Boateng, Marcel Schäfer?).
Los problemas se incrementan en la línea del medio, donde Ballack es inamovible, pero el resto de sus compañeros son interrogantes. “En la mitad, de 6, no quiero un clásico jugador defensivo, quiero alguien que aporte al ataque, que genere peligro, que propicie riesgos” dijo Löw y anunció que allí Bastian Schweinsteiger “podría jugar, lo he meditado y me lo puedo imaginar”.
Ese cambio de posición para el volante del Bayern implicaría una vacante en la banda derecha, donde aparecen como candidatos dos novicios en el seleccionado: Thomas Müller y Toni Kroos. Pero el entrenador, y aquí radica su dolor de cabeza por culpa de la abundancia de calidad actual, no puede olvidar a Mezut Özil, Marko Marin, Sami Khedira o Marcell Jansen.
¿Y lo administrativo?
Aún más grave es la situación en la delantera: ¿Lukas Podolski retrasado? ¿Klose de titular pese a no jugar regularmente en su club? ¿Optar por Mario Gómez y dejar en el banco a Cacau, que marcó 7 goles en los últimos tres partidos, y a Kießling, goleador de la Bundesliga? ¿Qué sistema: el clásico 4-4-2 alemán, o un novedoso 4-1-3-2, o un inusual 4-3-3?
Joachim Löw se rompe la cabeza y el partido contra Argentina (que tampoco puede darse el lujo de perder) debe entregar respuestas que orienten hacia el futuro. Sin embargo, este no es su mayor problema, lo que a su juicio es aún más angustiante es el debate constante en torno a su contrato.
“Ya lo he dicho muchas veces y aún me siguen preguntando, lo que me hace pensar que no creen que lo que expreso es lo que pienso, así que lo repetiré –otra vez- para que quede claro: mi futuro se decide después del Mundial, entretanto sólo pienso en Sudáfrica 2010 y antes del torneo ni se hablará, ni se negociará, ni se discutirá más el tema del contrato” dijo Löw visiblemente irritado.
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Respeto por Argentina
En lo que toda Alemania coincide es en la enorme categoría del rival, pese a las dificultades con las que consiguió su cupo a Sudáfrica. “Argentina maneja todo el repertorio que hay en el fútbol, son de lo mejor que hay en el mundo”, expresó Michael Ballack, y el entrenador Löw agregó “Argentina presiona muy bien desde el fondo, con delanteros que le impiden a la defensa encontrar salidas, con grandes valores individuales que pueden cambiarle la cara a un partido, un equipo con muchas alternativas tácticas que siempre va a la ofensiva”.
Palabras menos claras, en cambio, encontró el entrenador alemán para su similar argentino, del cual dijo “me queda muy difícil valorarlo”. El capitán del seleccionado anfitrión fue menos vago “Maradona fue como jugador un genio, como entrenador es por lo menos inusual”.
Autor: Daniel Martínez
Editor: Enrique López