La Bundesliga, un hervidero

La jornada 30 marca el tiempo de las definiciones en el actual torneo de la Bundesliga. Es la época en la que brillan las sonrisas, las miradas se llenan de lágrimas, y las ambiciones se desatan, incontrolables.

Días propicios los actuales, además, para los milagros. Y no sólo nos referimos al prodigioso gol que anotó Diego a 63 metros de distancia, frente a Alemannia Aachen, el viernes pasado.

En la misma categoría supraterrena caería la resurrección del peruano Paolo Guerrero, que regresó de una larga ausencia para convertirse en el salvador de dos encuentros que el Hamburgo tenía perdidos.

El último de estos auxilios, como ya informó DW WORLD, fue el gol que metió al minuto 88 del partido contra Mainz, y que éste daba por ganado.

Nada está decidido

En la cima de la tabla, algunos caen y otros se mantienen en la lucha. Éste es el caso de Schalke, Bremen y Stuttgart, entre quienes se encuentra el futuro campeón del torneo. Las perspectivas del tercio puntero se basan, en buena medida, en los partidos pendientes.

Schalke 04 irá a Bochum el viernes próximo. Este cuadro cuenta con el goleador Theofanis Gekas, de quien depende su capacidad goleadora. Si lo logran anular, y al mismo tiempo cubrir los espacios defensivos restantes, Schalke puede alzarse con la victoria.

Este elemento táctico no fue entendido cabalmente por Frankfurt, que al concentrarse por completo en Gekas le abrió las puertas a los goles de Joel Epalle.

Por lo demás, Schalke podría sacar una buena cosecha de sus otros partidos, contra Nürnberg, Dortmund y Arminia Bielefeld. Aún es el equipo que tiene las mayores posibilidades de llevarse el campeonato.

Los retadores

Bremen, por su parte, va contra Bielefeld, Hertha Berlin, Frankfurt y Wolfsburg. Con este panorama, los verdiblancos de Miro Klose son un serio competidor por la corona. En las cuatro jornadas que quedan, y frente a tales contendientes, Bremen podría lograr por lo menos la misma cantidad de puntos que Schalke en las jornadas finales. El problema es que está obligado a conquistar por lo menos dos más que el actual puntero.

A menos que suceda algo verdaderamente extraordinario, Stuttgart conseguirá su meta estratégica inicial: quedar entre los primeros tres del torneo. El sábado 28 se enfrentará al Borussia Mönchengladbach, cuyo descenso es casi un hecho.

Ello lo convierte en un rival impredecible pero, de acuerdo con la debilidad que ha mostrado a lo largo del torneo, no debe representar una amenaza para el equipo de Pavel Pardo. Éste irá luego contra el lugar 17 de la tabla, Mainz, para cerrar contra Bochum y Energie Cottbus. Se ve difícil que Stuttgart pueda llevarse la corona, aunque las matemáticas dejan abierta la posibilidad.

Todo abierto

En cuanto al descenso, nueve equipos siguen jugando a las cartas malditas. Fue dramático ver a los jugadores de Mönchengladbach romper en llanto luego de la derrota de 1 a 0 frente a Hannover, resultado que fue un golpe de guillotina. El equipo que alguna vez brilló con estrellas como Berti Vogts y el inolvidable Günter Netzer se hundirá en la Segunda división, si la lógica se impone.

Los otros dos sitios están totalmente abiertos. Por el momento, Aachen y Mainz acompañan a Mönchengladbach en la desgracia. Pero incluso Hamburgo, ubicado en el sitio 10, bien podría descender en caso de no emplearse a fondo, y sin dar cuartel.

La zona de máximo peligro involucra, además de los tres coleros, a Bielefeld, Frankfurt, Dortmund y Wolfsburg. Aquí todo puede suceder. Cada segundo de los 360 minutos por disputar será importante. La lucha por la sobrevivencia en la Bundesliga será intensa y, como en la vida misma, incluso cruel.