La concentración puede mejorar la vista
21 de agosto de 2006A diario nos vemos confrontados con innumerables estímulos visuales. Sin embargo, el ser humano es capaz de percibir concientemente nada más que una fracción de las informaciones que llegan a la retina, ya que sólo pocas áreas de una determinada imagen llegar a atraer su atención.
Estudios recientes de investigadores alemanes confirman que a través de la focalización conciente de la atención en determinadas áreas puede mejorarse notablemente el rendimiento visual, e incluso mejorarlo. Un equipo científico liderado por el Profesor Stefan Treue, director del departamento de Neurociencias Cognitivas del Centro Alemán de Primates, en Göttingen, y del Centro Bernstein de Neurociencia Computacional hicieron interesantes descubrimientos al respecto.
Vemos mejor lo que nos interesaLas investigaciones se realizaron en macacos, en los que analizaron la actividad de ciertas neuronas corresponsables de las primeras etapas en la elaboración de información visual. Así descubrieron que dichas células reaccionan más intensamente a las informaciones provenientes de aquel sector del campo visual en el cual el mono se concentra, sin cambiar la dirección de su mirada. Los resultados de dichos estudios se publicaron el 13 de agosto en la revista ‘Nature Neuroscience’.
Si una persona nos habla, la reacción natural es dirigir nuestra mirada hacia ella. A todo aquello que despierta nuestra atención queremos contemplarlo con exactitud. Pero ya antes de cambiar la dirección de la mirada, los mecanismos que dirigen la atención hacen que mejore el rendimiento visual en el área de interés. Esto es lo que comprobaron los científicos, con Stefan Treue a la cabeza.
“Una mejoría de la capacidad visual en el área de interés, aún sin movimiento ocular inmediato, es importantísima para la elaboración de información, es decir, para ver claramente”, explica Treue. Esto quiere decir que, si nos concentramos en varios objetos a la vez, no los exploramos uno por uno cambiando la dirección de la mirada. Lo que sucede es que el sistema visual concentra su agudeza y se focaliza ya de antemano en aquellas zonas que le interesan. De este modo es como, por ejemplo, somos capaces de identificar las señales de tránsito sin tener que alejar la vista del camino.
El proceso de la percepción es visualLos ojos captan cantidades enormes de información, y, en diversos niveles de elaboración sucesivos, tal cantidad de datos se analiza y reduce de acuerdo a su importancia. De otro modo, no sería posible establecer diferencias entre lo que es relevante y lo que no lo es, y la capacidad de percepción se vería sobreexigida. Por ello, no se transporta cada punto de una imagen hasta el nivel subsiguiente, sino sólo informaciones sobre el trayecto de aristas y superficies, o la dirección de movimiento de diferentes áreas de la imagen. Sólo luego de abstraer dichos detalles visuales se transmiten los datos a niveles superiores del cerebro, en las que son reconocidos como una imagen completa.
Cuanto más concentración, mejor visión
Durante mucho tiempo se creyó que la decisión conciente acerca de prestar atención a tal o cual objeto se tomaba en niveles superiores de elaboración cerebral que funcionaban como una especie de filtro. Treue y su equipo han demostrado fehacientemente por primera vez, por medio de una serie de mediciones, que la atención se sirve ya de los niveles inferiores de elaboración visual y, a la vez, y en el mejor sentido de la palabra, ‘agudiza los sentidos’.
En los experimentos, entrenaron a los simios para que resolvieran una tarea compleja. Los monos dirigían sus ojos hacia un determinado punto en la imagen, mientras su atención se dirigía hacia otro estímulo localizado en la periferia de su campo visual. Al mismo tiempo, medían la actividad de las neuronas en el área MT del córtex visual, una zona cerebral bien estudiada en la que las células se especializan en detectar movimientos.
De acuerdo con la zona de la imagen a la que los monos dirigían su atención, las células de la región MT cambiaban su comportamiento. Reaccionaban más intensamente a los movimientos producidos en el área de atención que a otros movimientos, sin que los animales movieran los ojos. Con esto, los investigadores pudieron demostrar que la actividad neuronal en el córtex visual del cerebro está modulada por procesos concientes que controlan en forma dinámica qué áreas de la imagen se analizarán en detalle.
El objetivo a futuro de Treue y sus colegas es analizar la influencia de la atención sobre la actividad neuronal en otros niveles de la elaboración visual. Esperan así obtener un panorama más claro acerca del mecanismo de la agudeza visual a partir de la atención. Comprender mejor cómo se regula la atención es importante tanto para la medicina como para la técnica, ya que, a largo plazo, dicho conocimiento podría aplicarse para desarrollar terapias para los trastornos de la atención o sistemas visuales artificiales.