"La economía extractiva no puede seguir tal como se practica"
16 de octubre de 2013No esperar a que Europa exija productos ecológicamente sustentables y tener que comprarle a toda prisa la tecnología para producirlos, sino empezar ya con esa transición propone Alfredo Sfeir-Younis, candidato a la presidencia de Chile por el Partido Ecologista. Sobre el modelo extractivista y el futuro del ecologismo en América Latina, DW habló con él en Bruselas.
La intención de voto actual a favor de su partido es del 1%, ¿refleja esto que el tema del medio ambiente no es de interés para los chilenos?
Pienso que es muy importante la pregunta, porque pone en perspectiva una realidad. Para muchos chilenos, el tema ambiental está separado del desarrollo y otros temas principales. Éstos, según las encuestas, son delicuencia, salud, educación. Pero en ellos el medio ambiente juega un papel importante y estamos tratando de hacer esa unión.
En cuanto a la encuesta, llegó antes de que nosotros estemos en la calle y estamos convencidos de que tenemos un apoyo mucho mayor que eso. Hay una gran población en Chile que nadie sabe por quién va a votar.
Salir de una economía devastadora y declarar algunos recursos naturales como bien común“, propone usted. ¿En qué medida es realista oponerse en este momento a la tendencia hacia la privatización de los recursos como el agua? En Europa se habla, por ejemplo, de que lo importante es asegurar la buena gestión del agua independientemente de a quién pertenezca.
Hay varias dimensiones en esto. Lo primero: la misma ciudadanía quiere un cambio en los recursos estratégicos de Chile. Lo segundo tiene que ver con la gran inequidad en Chile, que tiene que ver con la renta de los recursos y la renta de los recursos tiene que ver con la apropiación de los recursos; por lo tanto, la propiedad de éstos también es importante. En tercer lugar, dando monopolio sobre ciertos recursos naturales como el agua estamos dando un monopolio natural que permite que no sea una administración eficiente del recurso porque es un mercado cautivo.
Finalmente está el argumento político, de que hay ciertos elementos para nosotros como candidatura que tenemos que ponerlo en la mesa como son la recuperación del agua de tres empresas que la tienen completamente monopolizada. No es sólo el agua, es el agua para el consumo de las familias, para el riego, la energía, la minería y la industria… por lo tanto aquí hay mucho envuelto en este tema. Creo que hay un consenso de que debe hacerse.
¿En qué medida están estos temas presentes en las campañas de los otros candidatos?
Hay varios candidatos que tienen ideas similares con arreglos institucionales diferentes, hay nueve candidaturas, un gran porcentaje de ellas está por recobrar el agua. Naturalmente son temas políticos profundos que conllevan un cambio institucional.
El 22% de las exportaciones chilenas son mineras. En Colombia, Ecuador, Perú, Brasil el porcentaje es también alto. ¿Cómo ve usted la posibilidad para América Latina de salir de este modelo minero exportador ?
Creo que es muy importante decir que cuando yo era un economista muy joven se hablaba de la diversificación de nuestras exportaciones. Hasta el dia de hoy no se ve eso. Treinta, cuarenta, cincuenta años mas tarde hay serios problemas en encontrar alternativa a la economía extractiva.
Sin embargo, hay varias maneras de mejorar el sistema. El primero es protegiendo nuestro sistema de extracción, no creando externalidades negativas. En el caso del cobre, se contaminan los ríos con arsénico y con sulfuro y se afecta a la población. Una manera real es que haya una eco competitividad que pague los costos de estos efectos negativos en términos de salud y medio ambiente.
En segundo lugar, la esencia de esto no son sólo las exportaciones sino el uso de la renta de estas exportaciones. Hay que ver que están haciendo los países con esta renta. Usted habla de Latinoamerica, ¿dónde está el dinero del petróleo en Venezuela?, ¿dónde el dinero de nuestro cobre en Chile?, ¿dónde el dinero del estaño en Bolivia. Esa es la gran pregunta. Por eso, dado que tenemos una economía basada en los recursos naturales, requerimos elementos que permitan que la mayoría de la gente participe en estos procesos. Es muy importante que haya una política económica que permita que esto sea una economía sustentable tanto con los recusos renovables como con los no renovables.
Yo podría decirle a mis nietos que se acabó un recurso pero que tienen la mejor educación del mundo, la mejor salud. El tema fundamental es el uso de los recursos para esta y las próximas generaciones. Hay cosas de sentido común que podemos hacer sin entrar en una discusión filosófica sobre el tema.
Usted no plantea la no extracción de los recursos….
No, porque por el momento no tenemos de qué más vivir, aunque lo ideal sería no estar en una economía extractiva, eso seria lo ideal. Sin embargo, hay temas presentes, de sentido común, que son importantes: una reforma constitucional para que los recursos pertenezcan a toda la ciudadanía, un historial de derecho frente a un ambiente sano, tomar la responsabilidad sobre nuestra manera de llevar y administrar estos recursos para las generaciones futuras. Lo ideal seria disminuir la velocidad extractiva. Pero estos temas tienen que venir de un consenso ciudadano.
Los recursos son finitos y para las siguiente generación probablemente no quede petróleo, ni carbón... ¿Qué propone su partido para la época postextractivista?
No nos estamos preparando para eso todavía, pero hay que empezar ya a preocuparnos de hasta qué punto las llamados commodities van a tener un futuro. Eso significa no sólo una mudanza en el aparato productivo, en la forma que generamos bienestar sino también en todo el aparato de consumo. Qué tipo de bienestar queremos en nuestra sociedad. No creo que la tecnología vaya a ser la respuesta a todo.
A pesar de la baja intención de voto para su partido, ¿cree usted que el movimiento ecologista tiene futuro en América Latina?
Porque no es una opción más, es el único camino de América Latina. Tenemos que no solo fortalecer el crecimiento de nuestro partido, sino de otros para formar pactos políticos que permitan dar el golpe de timón para que haya más justicia, más calidad de vida, menor destrucción ambiental. En este momento es muy importante que Latinoamérica siga haciendo crecer esta visión de la sustentabilidad.