La importancia de aprender alemán
23 de septiembre de 2015No son pocos los casos de los jugadores hispanoparlantes que pasan por el fútbol alemán encarando a diario -y sin triunfar- las dificultades que les depara el idioma local. Javi Martínez, por ejemplo, no tuvo inconvenientes en confesar hace algunos meses a la prensa española que durante su primera temporada en el Bayern, en la que ganó la Champions League, se enteró muy poco de lo que ocurría a su alrededor.
El fichaje más caro en la historia de la Bundesliga recordó que cuando el Bayern enfrentó en el 2013 al Barcelona, el entrenador Jupp Heynckes reunió al equipo para la charla técnica y él no entendió nada. “Sus gritos me asustaron, y yo solo me dí cuenta que estaba diciendo algo sobre la importancia de pelear cada balón”, contó Martínez al diario deportivo Marca.
El mediocampista del Bayern, cuyo alemán después de tres años aún no es fluido, no es un caso único. En el club actual, con excepción de Rafinha, quien lleva una década en el país, ni los españoles, ni los latinoamericanos han aprendido suficiente alemán como para sentirse confiados de hablarlo en público.
Ni siquiera el chileno Arturo Vidal, que en el pasado estuvo durante cuatro años en Alemania jugando para el Leverkusen, puede defenderse con absoluta propiedad en el lenguaje del país donde trabaja. “Aprender alemán es complicado y demanda tiempo”, reconoció Xabi Alonso.
Y tiempo es algo de lo que los jugadores profesionales no disponen. Además, por regla general los futbolistas no están obligados contractualmente a aprender el idioma de la Bundesliga, aunque los clubes procuran facilitarles que esto suceda.
Usualmente cuando un jugador es contratado en un nuevo equipo, se pone a su disposición una persona que ayude a su adaptación, que esté presto a colaborar en las necesidades básicas diarias de los primeros días del futbolista en su nuevo sitio de trabajo. Junto a ese “asistente” también se contrata un profesor de idiomas que por ejemplo en el caso del Bayern, va a la sede deportiva del club a impartir lecciones individuales y/o colectivas.
Esto, sin embargo, no es garantía de éxito. Conforme pasa el tiempo, y el jugador empieza a engranar en la rutina del club, el apoyo empieza a ser menos estrecho porque ambas partes así lo prefieren. El club opta por darle espacio al futbolista para que haga su vida, y a éste obviamente le alivia que el club deje de estar envuelto en su privacidad.
¿Será que sí sabe?
Aprender alemán es parte de la vida privada de un jugador, quien a la vuelta de unas semanas debe ocuparse por su cuenta del tema ya que el empleador se abstiene de intervenir en ese proceso educativo.
Esto deriva a veces en casos tan curiosos como el de Juan Arango en Gladbach. Durante su estadía en Alemania el excapitán de la selección de Venezuela se presentó como un hombre parco y reservado. A Arango, quien se limitaba a contestar con monosílabos o gestos cuando lo abordaban, lo acompañó durante años la recurrente duda de su entorno: ¿habla alemán, o no? La pregunta nunca se respondió a satisfacción.
Algo similar acontece actualmente con el delantero colombiano del Dortmund Adrian Ramos, cuya timidez y predilección por el silencio han llevado a suponer que el jugador no habla alemán pese a los casi siete años que lleva en la Bundesliga. Él mismo ha aceptado que “es más fácil anotarle goles al Bayern que aprender alemán”.
Aún así, la regla es que quien maneja el idioma local tiene más posibilidades de triunfar, y quien no lo logra corre el riesgo de fracasar deportivamente, como le sucedió en su momento al argentino José Sosa, o al brasileño Breno, quien terminó en la cárcel como fruto de la confusa vida que llevaba en una sociedad que no entendía.
De otro lado, los casos positivos están a la orden del día: el peruano Claudio Pizarro, el brasileño Dante, su compatriota, el exdelantero del Bayern Giovanni Elber, quien es comentador de la televisión alemana y trabaja para el club, o el propio Pep Guardiola, quien llegó a Alemania ya hablando el idioma local. Esos son los ejemplos a seguir por el “Chicharito”, el chileno Vargas, y todos los demás latinoamericanos en la Bundesliga.