La libertad de trabajar con músicos jóvenes

Ningún otro director de orquesta colombiano ha logrado llegar tan lejos como el joven director Andrés Orozco Estrada. Tanto así que es hoy día no solo un referente en su país, sino para toda la región. Además, su cara empieza a figurar en el mundo como una de las nuevas figuras de la música clásica. Nacido en 1977 en Medellín, Colombia, Andrés Orozco viajó a Viena cuando tenía tan solo 19 años para estudiar en la Escuela Superior de Música y Arte Dramático. Desde entonces su carrera ha tenido un crecimiento vertiginoso.

Bajo su batuta han pasado ya muchas de las orquestas más prestigiosas del mundo: la Filarmónica de Viena, la Orquesta Nacional de Francia, la Staatskapelle de Dresde, la Orquesta Gewandhaus de Leipzig, la Mahler Chamber Orchestra, entre otras, así como las orquestas estadounidenses de Filadelfia, Pittsburgh, Cleveland y Chicago. Andrés Orozco es hoy director titular de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Fráncfort, director musical de la Houston Symphony y director principal invitado de la Orquesta Filarmónica de Londres.

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En la radiodifusora de Hesse, en Fráncfort, hablamos con el director colombiano sobre la preparación de la gira y lo que representa para él trabajar con este grupo de músicos jóvenes.

DW: ¿Cuál es la diferencia de trabajar con una orquesta juvenil como esta en comparación a una profesional?

Andrés Orozco Estrada: El hecho de poder trabajar con una orquesta joven, y de Colombia, es muy bonito y una oportunidad muy valiosa. De hecho, ya lo vengo haciendo desde hace unos años. En esta ocasión llegamos a un primer gran paso que es salir por primera vez a Europa. Trabajar con orquestas juveniles es una experiencia interesante, porque existen ganas de explorar, con una mente muy abierta y sin prejuicios. Esto nos da mucha libertad y nos permite que hagamos cosas como las que hacemos con la Filarmónica Joven de Colombia. Por ejemplo, una coreografía en la "Consagración de la primavera” de Igor Stravinsky, pieza que estamos preparando para la gira. Esto es difícil o tal vez casi imposible de armar con una orquesta profesional. Claro, todo depende de la institución o grupo, pero en general en las orquestas profesionales hay más historia, reglas y rutinas.

Todo es, a fin de cuentas, una experiencia muy distinta. Así que lo bonito para mí es precisamente la combinación de ambas: tener el gusto, la suerte y el honor de trabajar con los muchachos y, al mismo tiempo, poder dirigir orquestas profesionales. Creo que en ambas partes puedo aportar mucho.

La mitad de su vida ha trascurrido en Europa. ¿Qué significa para usted venir con la Filarmónica Joven de Colombia precisamente a su segunda casa?

Traer a la orquesta a Europa es importante porque esta es la cuna de la música clásica y es tal vez el lugar más trascendente, sin que sea el único, en cuanto a música clásica se refiere. Tener la oportunidad de venir aquí a mostrar precisamente el trabajo que estamos haciendo es muy significativo para mí, pero creo, y lo digo con todo el aprecio y respeto, que para los muchachos lo es un poco más: muchos salen por primera vez de casa. Como orquesta es la primera vez que venimos a Europa. Ya hemos estado en Estados Unidos y en otros países de Suramérica. La experiencia de salir es siempre muy valiosa, se aprende mucho, se madura mucho y se crece bastante personalmente y artísticamente.

Yo vivo en Austria ya hace 20 años, prácticamente la mitad de mi vida. Eso me hace sentir, de alguna manera, y simbólicamente hablando, que estoy invitando a estos muchachos a mi casa. Varios de los conciertos tendrán lugar en festivales y salas en las que ya he estado. Por ejemplo, yo soy director titular aquí en Fráncfort, donde hemos estado haciendo todas las sesiones de preparación. Siento que estoy aprovechando de lo que he podido hacer en este tiempo en Europa para que sirva en la realización de este proyecto.

Mucho del repertorio que han preparado no es el más fácil: la "Sinfonía n.º 5” de Tchaikowsky, la "Consagración de la primavera” de Stravinsky, además de la pieza del compositor peruano Jimmy López, "América Salvaje”, que no es la "pieza latina” que normalmente se esperaría…  

Definitivamente tienes razón. La obra de López no es lo que normalmente se espera, ni es una obra especialmente sencilla de escuchar. No es la típica obertura sencillita de dos minutos. La obra, que tiene momentos de lenguaje contemporáneo, dura inclusive trece minutos. No obstante, hay que decir que el europeo es un público que resiste, que le gustan los retos y descubrir cosas nuevas. Así, creo que si uno quisiera ponerle un subtítulo a la gira sería precisamente este: venir a descubrir, darse la oportunidad de conocer una orquesta joven colombiana, de una coreografía, de jóvenes solistas, de una obra nueva, de un joven compositor y de un director, digamos, más o menos joven. Seguir descubriendo en donde se cree, a veces, que no queda más por descubrir. Además, mostrar que siempre hay que ponerle ganas y entrega a lo que se hace. Eso es lo que estamos haciendo todos juntos con la Filarmónica Joven de Colombia. Como consecuencia, considero que todo está ahí en su lugar, para disfrutarlo, para que nos vaya bien y para que la gente se quede con ganas de volver.