La lucha por la democracia polaca
21 de julio de 2017El gobierno polaco sigue adelante con su controvertido proyecto de reforma judicial, pese a las masivas protestas. La Cámara Baja del Parlamento aprobó el jueves un proyecto del partido gobernante, Ley y Justicia (PiS), sobre la reestructuración del Tribunal Supremo.
Dicha ley facultaría al ministro de Justicia para pasar a retiro a los 83 magistrados de dicha corte. Los nuevos jueces, designados por el Parlamento, tendrían que comprometerse, entre otras cosas, a resguardar los "valores cristianos". El proyecto aún debe ser aprobado por el Senado, en el que también tiene mayoría el conservador PiS, y por el presidente Andrzej Duda.
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Cerca de 300 artistas, personalidades del cine y el teatro, periodistas y pedagogos criticaron las planeadas reformas en una carta abierta dirigida al presidente. Entre los signatarios se cuenta Katarzyna Janowska, redactora de la agencia de noticias "onet.pl", quien habló con DW sobre sus temores.
DW: ¿Cuál es a su juicio el mayor problema que supone la reestructuración del sistema judicial?
Katarzyna Janowska: Para cualquiera es evidente que el partido gobernante quiere modificar nuestro sistema democrático. No puede hacerlo a través de elecciones, porque no tiene la mayoría suficiente para cambiar la Constitución. En consecuencia, reforma los tres pilares fundamentales de la democracia.
Usted y otros intelectuales enviaron una carta abierta al presidente Andrzej Duda. ¿Qué esperan de él?
Dicho con franqueza, no esperamos que detenga las reformas. Pero consideramos importante unirnos -como personas del ámbito de la cultura, artistas e intelectuales- y decir juntos que estamos en contra. Para nosotros es una especie de símbolo. Nos encontramos casi cada tarde en la calle, cerca del Sejm y del Palacio Presidencial, y nosotros sabemos que estamos ahí. Pero si firmamos una carta, también otra gente se entera de nuestra causa, no solo en Polonia, sino también en el exterior. No esperamos que el presidente Duda se vuelva contra su gobierno, pero el futuro es impredecible. Quizás cambie su postura y su relación con el partido gobernante. Quizás.
¿Cuánto respaldo tienen en la población?
Es difícil decirlo, porque son tantos los que salen a la calle. Hasta ahora ha habido grandes diferencias en cuanto a las cifras. La policía dijo que había habido entre 2.000 y 4.000 personas en una manifestación; nosotros, sin embargo, sabemos que fueron 10.000.
Esta no es la primera medida del gobierno del PiS para reforzar su poder. Hace dos años ya restringió las atribuciones del Tribunal Constitucional. ¿Cómo ha vivido este proceso?
Todo cambia muy rápido. Yo no creía que el partido de gobierno tuviera la intención de modificar el sistema democrático. Pero pronto quedó claro que eso era precisamente lo que ocurría. Comenzó con el control de los medios de derecho público. Fue una hábil jugada, porque influir en la información es importante para manipular al electorado.
Me resulta atemorizante que los cambios se operen con tanta rapidez. La gente tiene la sensación de que alguien se ha robado nuestro país y nuestros valores. Un amigo mío dijo que esto era la despedida de Europa. Estamos perdiendo todo lo que era importante para nosotros. ¿Qué vendrá a continuación? El señor Putin nos espera con los brazos abiertos. Tenemos una posición geográfica muy delicada y no disponemos de muchas alternativas. Podemos ser parte de Europa o regresar al área de influencia de Rusia.
Autor: Kate Müser (ERS/VT)