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La madre de todas las sanciones

Christian F. Trippe (PK)24 de julio de 2014

La UE amenaza con decretar un embargo de armas contra Rusia. Demasiado tarde, cuatro meses después de la anexión de Crimea. Y un debate cínico, pocos días después del derribo del avión malayo, opina Christian F. Trippe.

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Frankreich Kriegsschiff Mistral 19.03.2014
Imagen: picture-alliance/Photopqr/Ouest France

Cuando los ministros de RR. EE. de Europa anunciaron este martes (24.07) que ahora se estudia decretar un embargo de la UE de las ventas de armas a Rusia, muchos en Bruselas se sorprendieron. ¿No existe ya desde hace tiempo? ¿Por qué tan tarde? No, en efecto, no existe. Y “mejor tarde que nunca” puede decirse más de uno.

A voz en cuello han protestado sobre todo países que no venden armas a Rusia, desde Suecia a Austria. También David Cameron, el primer ministro de Gran Bretaña, abogó, sin embargo, por un cese inmediato y atacó al Gobierno de París. Francia construye actualmente para la Marina rusa dos portahelicópteros de la clase “Mistral”. Se trata de buques capaces de llevar a cabo operaciones anfibias, ataques por sorpresa desde el mar.

Por ese tipo de operaciones se siente amenazada Dalia Grybauskaite, presidenta de Lituania. Personalmente y en representación de los países bálticos. Advierte de una “mistralización” de la política en Europa. Pero eso no inmuta a François Hollande, su homólogo francés. Francia entregará a Rusia el primero de los dos buques en el otoño boreal. Ambos cuestan unos 1.200 millones de dólares.

El embargo de la UE regirá para los nuevos encargos, no para los ya firmados. Por eso, la entrega del primero de los “Mistral” de cualquier forma no sería afectada. Por lo menos, los 400 marinos rusos que actualmente son entrenados en Saint-Nazaire, Francia, en cómo operar el “Mistral”, no pierden el tiempo.

En una farsa completa se transformó el debate en la UE sobre un embargo de armamento cuando se supo que Gran Bretaña sigue enviando armas a Rusia, a pesar de la altisonante retórica de Cameron. Medios británicos informan que Rusia ha encargado sobre todo equipamiento y armas largas para unidades especiales. Gran Bretaña ha aprobado 250 solicitudes de exportación, solo 31 fueron anuladas en primavera.

“El Estado es el más frío de los monstruos fríos” pone Friedrich Nietzsche en boca de Zaratustra. Si bien el filósofo no estaba pensando en exportaciones de armas, nadie hoy espera que los Estados se comporten moralmente en la venta de armamento. No solo cínicos toman conocimiento de la tendencia de reputados Estados a hacer negocios dudosos con un encogimiento de hombros.

Esta vez, sin embargo, Europa debería tener más cuidado. Un embargo de armas contra Rusia es necesario. Y debe ser vasto y entrar rápidamente en vigor. Un embargo de armamento sería la madre de todas las sanciones. Sin un embargo de armas, las medianas empresas alemanes, las grandes casas comerciales italianas y los inversionistas inmobiliarios británicos no entenderían por qué sus empresas civiles no pueden hacer más negocios con Rusia.

Incluso ya surgió una idea con respecto a los dos buques “Mistral”: los podría comprar la UE y ponerlos a disposición de la agencia de fronteras “Frontex”, para su empleo en el Mediterráneo. A los astilleros franceses les da lo mismo si de la cubierta del Mistral operan helicópteros de combate o de salvamento de fugitivos.

01.2012 DW Europa aktuell Moderator Christian Trippe
Christian F. Trippe