La nueva “vieja Europa”

El periódico de Potsdam Märkische Allgemeine, apunta sobre la cumbre de los gobernantes de España, Francia y Alemania: “La política, y sobre todo la política exterior, tiene mucho que ver con simbolismos. Un solo gesto puede grabarse profundamente en la memoria de las naciones. Baste recordar el de Willy Brandt, cuando se arrodilló en Varsovia. Para los españoles, la foto de grupo de la cumbre de las Azores, que mostraba a Aznar junto a Bush y Blair fue un acontecimiento de esa índole. Nada parecía reflejar más nítidamente la subordinación de la política exterior española a los intereses de Estados Unidos que esa foto, en la que Bush posa su mano en el hombro de Aznar. El sucesor de Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, no resistió la tentación de montar la escena de su retorno a la ‘vieja Europa’ en forma igualmente simbólica. El modo en que posó anoche entre los opositores a la guerra de Irak, Jacques Chirac y Gerhard Schröder, tuvo algo de triunfal. Pero cuidado: en vista de la diversidad de intereses, por ejemplo en cuanto a las negociaciones presupuestarias de la UE, esta unidad exhibida podría acabar pronto.”

Regreso al eje de la UE

El País, de Madrid, opina: “La cumbre informal que ayer mantuvieron en La Moncloa Rodríguez Zapatero, Chirac y Schröder escenificó el regreso de España al eje central de la Unión Europea del que nunca debió haberse alejado. No son meras palabras, pues los tres se comprometieron a hacer campaña conjuntamente por la ratificación de la Constitución europea, compartir sus archivos sobre antecedentes penales para luchar contra la delincuencia y aumentar las capacidades militares para hacer realidad la Europa de la defensa. Pese a algunos intereses divergentes, que siempre los habrá, esta tríada formada por tres "europeístas fervientes", en palabras de Zapatero, puede empujar algo más que un embrión de agenda europea en estos tiempos turbulentos, en los que Europa ha de recuperar una voz propia y dejar atrás las divisiones que tanto contribuyó Aznar a fomentar.

Iván el Terrible

Otro de los temas comentados hoy en la prensa europea es la política del presidente ruso. Al respecto, el rotativo Le Progres, de Lyon, apunta: “Mientras el terrible Iván amenaza con causar devastación en América, otro nuevo Iván el Terrible se dispone a devastar la democracia rusa. Vladimir Putin aprovecha la tragedia de Osetia para dar otra vuelta de tuerca, al seguir aplicando paso a paso un torniquete al país. Cualquier pretexto es bienvenido para el judoka del Kremlin, para asegurar su dominio. Guerra o paz, éxito o fracaso, caos o progreso, mafia o liberalización; cualquier moviminento, ya sea en una u otra dirección, conduce al mismo resultado: Putin fortalece su poder.”

Sordina sistemática

La edición alemana del Financial Times señala: “Vladimir Putin pone todo el poder del Estado en marcha contra el terrorismo. Fatalmente, sin embargo, el presidente se mueve en una dirección por completo equivocada. Y, lo que es peor: vela sistemáticamente por poner sordina a las críticas contra su política. (…) Si en Moscú ya nadie lo dice en voz alta, por lo menos el canciller alemán, Gerhard Schröder, debería explicárselo a su amigo Putin: con semejante estrategia, la violencia más bien se estimula en vez de sofocarse.”